La Teoría queer y la ideología de género consideran, en esencia, que lo masculino y lo femenino ni se definen ni se caracterizan con base en la biología humana, sino en construcciones históricas, culturales y sociales (sobre esto me referí en la Glosa X, dedicada al feminismo neomarxista). Simplifico: los ideólogos de género y los Queer Defenders insisten en que la biología humana (vientre, genitales, tono de voz, configuración neurobiológica y endocrinológica) es una ficción que puede ignorarse y manipularse, según el antojo del día.
Por supuesto que tal barbarie ha sido refutada por más de 500 investigaciones publicadas en revistas científicas de corriente principal y editoriales de amplia divulgación, que han inspeccionado las blanduras gnoseológicas, epistemológicas y lógicas de la Teoría queer y la ideología de género, de un lado, y sus intereses políticos furtivos, de otro lado.
Por cuestiones de espacio solamente sugiero 4 trabajos que pueden consultarse para conocer los traspiés de tales ideologías: The Gender Approach: Redefining Equality, de Dale O’Leary, Miembro de la Asociación Médica Católica de Estados Unidos; Who Stole Feminism? How Women Have Betrayed Women, de la académica de la Universidad de Clarck, Christina Hoff Sommers; Atrapado en el cuerpo equivocado. La ideología de género frente a la ciencia y la filosofía, del Ph. D en Filosofía Política y Legal y conferencista internacional en los 5 continentes, Pablo Muñoz Itarrieta.
Su libro recoge más de 800 artículos y libros sobre la temática de género, basados, a su vez, en estudios científicos de los siguientes campos: genética (clásica y molecular), embriología, psiquiatría, endocrinología, epidemiología psiquiátrica, neurología, neuroinmunología, biología, pediatría, medicina interna, neuropatología y sociología; El libro negro de la nueva izquierda. Ideología de género o subversión cultural, de Nicolás Márquez y Agustín Laje, que he comentado en glosas anteriores.
Sin embargo, a pesar de la abrumadora evidencia sobre los errores de la Teoría queer y la ideología de género, un inmenso sector de la política y de la academia (pseudoacademia, insisto) continúan enseñándolas y promoviéndolas, para aleccionar en tales dislates a miles de jóvenes. De hecho, querido lector, posiblemente sus hijos (si los tiene y son estudiantes) y usted (si es joven y estudiante), padezcan un adoctrinamiento curricular en Teoría queer e ideología de género. Peor aún. Usted podría estar ahorrando con esmero para, en el futuro, sufragar una costosa matrícula en algún centro educativo ubicado en los mejores lugares de los escalafones universitarios internacionales y nacionales, creyendo, ingenuamente, que ingresar a esos centros es garantía de buena educación. No es así. Aunque hay excepciones que confirman la regla, lo cierto es que, en realidad, usted habrá pagado por un lavado de cerebro en progresismo ideológico extremo que hace de las ideologías mencionadas y de algunas otras expresiones del marxismo cultural, palabra sagrada.
Con el tiempo, el cañoneo ideológico será tan intenso que usted o sus hijos, o todos, podrían llegar a afirmar, en coro, que las víctimas de los campos de concentración soviéticos y del comunismo internacional son una construcción cultural. ¡Cuánta barbarie!
*Jurista y filósofo