Gloria Arias Nieto | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Febrero de 2015

Asignatura pendiente

 

Agradezco todos los esfuerzos que se hagan en cualquier latitud del mundo, para hacer visible lo invisible; comprensible lo complejo, y palpable lo etéreo.

Colores de volumen, texturas, relieves, carteles en braille y audioguías, forman parte de una estrategia  hermosa e incluyente, para que grandes obras de la pintura, estén al alcance de personas con limitación visual. Lugar: Museo del Prado, en Madrid.

Fernando Pérez Suescún, comisario de la exposición y jefe de contenidos didácticos del área de educación del Museo, seleccionó para esta primera etapa de “Hoy toca el Prado”, obras de Leonardo, Velázquez, Goya, Correggio, el Greco y Van der Hamen.

Con la técnica Didú -‘tocar para ver, de una manera diferente’- de los Estudios Durero, se reprodujeron con impresión en relieve, seis obras de arte. Pérez comienza a cumplir así, lo que él llama “una asignatura pendiente con el mundo de la discapacidad visual”.

El Prado logra con esta exposición, que el arte pictórico, tradicionalmente inaccesible para las personas que no pueden ver con los ojos de la cara, se convierta en algo posible y cercano; un triunfo, un despertar, que se siente con los ojos de las manos.

España no está  convulsionada por conocer el salario del señor Pérez, o cuánto invierte y cuánto gana el Museo, o la Fundación Axa,  patrocinadora de la iniciativa. Lo valioso de esta historia, es que hay gente capaz de inventar técnicas y estrategias, para incluir a los excluidos, desarrollar y complementar los sentidos, y mejorar la capacidad humana para relacionarse con el mundo.

En simultánea internacional, mientras España valora este esfuerzo por la inclusión, en Colombia, en medio de la invidencia conductual que nos embarga, coge fuerza una inclinación casi morbosa, para encontrarle diez patas a las arañas, y desviar la atención de lo fundamental.

Resumen personal: el gobierno Santos le paga a una fundación para que nos explique el proceso de paz; lo comprendamos, interioricemos y seamos sus aliados en la revolución legítima más importante de la historia reciente de nuestro país. Antanas Mockus, cabeza de esa misma fundación, organiza una marcha por la vida. Vida sin apellido. Vida sin partido político. Vida, punto. Los opositores del Gobierno pretenden satanizar la marcha, porque la fundación presidida por Mockus, tuvo un contrato con el Gobierno, para cumplir una labor pedagógica a favor de la paz.

¿Hay conflicto de intereses, algo ilegal o inmoral? Quizá habría sido más elegante que desde un principio, Mockus nos hubiera contado sobre el bendito convenio. Pero contrato o no, el concepto medular de la marcha sigue siendo el mismo: nos hartamos de  la muerte y no nos resignamos ante la violencia, los niños masacrados, las balas perdidas y los cadáveres encontrados. Queremos quitarnos la venda de los ojos, y palpar la vida, como aquellos que encontraron luz en el relieve, y están descubriendo la Gioconda de Leonardo, y el Caballero del Greco.

…Cuántos intereses creados, cuánta rabia y cuánta sed de venganza se ha de tener, para que asuste más la paz que la guerra, y se quiera impedir que se cumpla la más inaplazable de nuestras asignaturas pendientes

ariasgloria@hotmail.com