GENERAL (r) LUIS ERNESTO GILIBERT VARGAS | El Nuevo Siglo
Miércoles, 15 de Enero de 2014

MIRADA NACIONAL

Los problemas del celular

Cruzada de autoridades, ciudadanos y empresas contra el delitos”

 

Que  la tecnología nos ha traído componentes  importantes, sorprendentes y muchas comodidades  es imposible negarlo;  sin embargo, con ella ha llegado una serie de problemas que tal vez no hemos podido digerir, identificar o  prevenir, y sorprendidos por los adelantos hemos caído en situaciones inseguras y delicadas.

Como nuestro título está dirigido a los teléfonos  celulares, me permito hacer algunas acotaciones sobre  problemas generados en el entorno ciudadano por mal uso de  estos equipos, colocando de  ejemplo prioritario la conducción vehicular mientras se habla por celular,  maniobra riesgosa e irresponsable donde se pone en peligro la integridad del conglomerado circundante. Sobra entrar en explicaciones pues  todos sabemos y entendemos el peligro generado tanto  para  conductores  como   peatones. No podemos olvidar tampoco el uso del teléfono en los desplazamientos callejeros, operación  que nos permite  percibir  transeúntes  cruzando calles, desconociendo  semáforos en rojo y corriendo otros apuros por estar totalmente  absortos  en una conversación telefónica. Y -¿qué tal esta perla-,  no obstante las recomendaciones vemos en  estaciones de servicio muchos parroquianos utilizando el equipo móvil  en tanto aprovisionan combustible para sus autos, ¡qué peligro¡, Pero a lo anterior, que sólo es una muestra, debemos sumarle el riesgo de caer desprevenidamente  en manos de delincuentes dedicados  al hurto de celulares.  

No es nuevo el concepto dirigido a sostener que los índices de inseguridad dimensionados  por   la presencia de actividades delictivas  y los resultados fatales de su accionar están ligados con el escamoteo de celulares; es saludable saber que las autoridades  tienen como prioridad combatir este delito, tan caro especialmente a la seguridad ciudadana. No voy  a resumir los casos conocidos ni aflorados a la luz pública por  medios de comunicación,   pues el tema está sobre diagnosticado, todas las  autoridades tiene conciencia que urge encontrar una salida al problema y diseñar estrategias  para enfrentar esa epidemia delictiva,  sustentada en la facilidad del delincuente para  identificar y abordar las víctimas,  apoyado ante todo con  los comportamientos  descritos  en el punto anterior, donde  ponemos de manifiesto algunos  peligros derivados  del uso público  e  irresponsable que   ciertos  ciudadanos dan a su teléfono, añadiéndole al problema ese abandono consciente  del entorno, que  los entrega en manos del bandido  como dóciles palomas incapaces de reaccionar ante el ataque.

Las autoridades  dieron el primer paso tocando  las puertas de  empresas prestadoras del servicio,  buscando colaboración tecnológica para desestimular el delito, colaboración que poco o nada aportan tales empresas por no ser su objetivo prevenir delitos,  sino vender equipos sin importarles su uso futuro. Por lo anterior,  esta es una cruzada que deben emprender autoridades y ciudadano conformando un frente de acción y prevención. La policía iniciará una campaña, los ciudadanos acatarán las recomendaciones y las empresas, en tanto,  estudian la estrategia  que deberá  aportar  medios técnicos de control.