GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILIBERT VARGAS | El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Noviembre de 2013

De la Estación 100 al 123 (Nuse)

 

Evocando la antigua Estación 100, centro de operaciones policiales en  ciudades principales, y cerebro de vigilancia policial, podemos comprender los problemas que hoy en Bogotá tiene este servicio identificado como Nuse  o 123, innovadora  estrategia de comunicación y respuesta a llamadas de ciudadanos en busca de auxilio y apoyo, recurso  neurálgico para  atender  los clamores urbanos. Evoquemos un poco nuestra E 100; se  trataba de una central de comunicaciones ubicada en la Calle Sexta  con Avenida Caracas quinto piso del edificio donde  todavía funciona el  Comando de Policía Metropolitana de Bogotá, desde este lugar se planeaba  el servicio y atendía los  requerimientos ciudadanos, estaba operado y direccionado por un grupo de  policías antiguos, hombres curtidos en  vigilancia, conocedores de la problemática ciudadana y versados en el Código Nacional de Policía, capacidad que les permitía orientar a sus compañeros en la calle, quienes  frente a  problemas espinosos de dirimir, recogían directrices emanadas de la E 100, sustentadas siempre en la pericia y formación para este tipo de servicio; lo cierto es que el compromiso y profesionalismo de estos hombres facilitaba la eficiente atención a clamores ciudadanos.  Estaban organizados en cuatro grupos que  cumplían turnos de seis  horas, contando con un descanso en el último ciclo, dinámica que no voy a explicar por lo restringido del espacio; cada grupo tenía sus mandos, encabezados  por un oficial ¡EL señor oficial de servicio en E 100¡ Quien a más de controlar el cumplimiento del reglamento con disciplina y responsabilidad por sus hombres, impartía diariamente consignas y dinámicas a desarrollar durante el turno.

Como  vemos había  mando unificado, personal  instruido, a más de  coordinación dinámica y precisa  con otras autoridades, todo se catalizaba por medio de esta central, que  se había ganado el respeto ciudadano ante  el tacto en la atención de  llamadas y profesionalismo al aplicar el interrogatorio contemplado en un protocolo, teniendo como corolario la pronta respuesta. Faltaba tecnología es verdad, había falencias en los medios de comunicación, el cubrimiento era limitado, sin embargo, rendía el servicio.

Hoy las cosas han cambiado y la operación tiene fallas, hay presencia de varias entidades independientes y autónomas, falta continuidad y permanencia en los cargos, Bogotá, en otros tiempos muestra de eficiencia y progreso, esta rezagada ante otras urbes como   Medellín; invito a las autoridades distritales a conocer la central en esa ciudad, sus adelantos en tecnología son asombrosos, su organización envidiable, pero claro hay unidad de mando y a la cabeza pusieron un oficial en retiro de la policía que tiene la experiencia, sabiduría, madurez y autoridad para dirigir este servicio, ojala se logre encauzar nuestra  central en Bogotá y transfieran a la policía esa responsabilidad de operación, por ser la única entidad con experiencia.