GENERAL (r) LUIS ERNESTO GILIBERT VARGAS | El Nuevo Siglo
Miércoles, 3 de Abril de 2013

El policía de la paz

 

“Se gestan importantes cambios en la incorporación”

 

Nos enteramos por la prensa este fin de semana sobre los nuevos protocolos que la Policía Nacional tendrá  a en cuenta  para admitir aspirantes a incrementar las filas institucionales, mirando  un horizonte de paz y   posconflicto. De  entrada vemos una institución optimista hacia el éxito  de las conversaciones en La Habana, tanto que está proyectando su filosofía y operatividad  a enfrentar el posconflicto profesionalmente, ¡eso es bueno! por tratarse de una situación comprometedora, donde las instituciones cargarán con  responsabilidad sin límites ante el  gobierno y el país.

Las informaciones referencian  que la incorporación dio pasos  agigantados, pues abrió la posibilidad  para  inscribirse como aspirantes policiales  a  personas  mayores de 35 años y  estado civil casados. Éstos y otros cambios obedecen a una estrategia  de seguridad futura, en un país  saliente de conflicto armado que conquistó la paz. El mensaje institucional es alentador  al filtrar una esperanza nacional que palpita en todos los corazones colombianos, pero ausente de sustento por la poca información sobre los adelantos de las conversaciones sostenidas en la mesa  de negociación,

Esa  nueva filosofía encaminada a incorporar personas de notable prudencia, con bagajes de experiencia en la vida, muestra una institución que busca madurar sus filas lo antes posible, amparándose en la temperancia de los años, el buen criterio soportado en preparación académica y la responsabilidad fruto de estructura familiar. A ojos del candidato  no es tarea fácil, pero el alistarse para desempeñar labores de vigilancia ciudadana, con perspectivas de seguridad laboral y cubrimiento tanto social como en salud, llama la atención de los colombianos,  escenario que  permitirá fortalecer algunos programas destinados a la seguridad ciudadana y consolidación de los cuadrantes. Entiendo que se busca contar con mujeres y hombres  interesados en continuar formándose  e instruyéndose sobre las diferentes áreas cubiertas por el servicio policial, motivados  en el sacrificio y entrega al oficio, porque independiente de su edad, formación o civilidad, deben atender el llamado institucional que sigue siendo nacional, donde en no pocas oportunidades se debe abandonar familia y seres queridos para atender  ese mandato constitucional, soportado en juramento ante Dios y el país. Espero no estar  distorsionando los anhelos del mando pero creo obligación, recordar el compromiso policial, que va hasta el supremo sacrificio, combatiendo la delincuencia de todo pelambre, sin desmayo ni debilidad.

El posconflicto es una etapa bien complicada y los asesores del mando seguramente han analizado muchas vertientes, como el narcotráfico que indudablemente continuara, las bacrim que desde luego se fortificarán, el secuestro extorsivo seguro seguirá presentándose. En fin, son muchos los vericuetos para cubrir en ese ciclo que se avecina,  exigiendo decisión para afrontar  una lucha sin cuartel contra enemigos de la sociedad, tanto en las ciudades como en los campos, reclamando hombres de entrega total al servicio.