¿Falsos positivos?
Muy adelantado se encuentra en el Congreso el debate sobre el fuero penal militar, pero faltan muchos pasos para lograr cristalizar no solo el anhelo de la fuerza pública, sino de un crecido número de ciudadanos que han entendido la necesidad de construir un instrumento, útil a los hombres en armas de la patria, un marco jurídico capaz de encuadrar su actuar contra armados ilegales de toda índole y sus actos criminales. A lo largo del debate y entorpeciendo su desarrollo, ha brillado con luz propia a más de las desapariciones forzadas y la gama criminal contemplada en los delitos de lesa humanidad, el término utilizado para titular esta nota “Falsos positivos”.
Propio de los colombianos encontrar calificativos que hacen carrera, sería muy saludable definir el término, pues hasta el momento nadie lo ha intentado permitiendo que el vulgo lo interprete y, por el contrario, han acuñado otro vocablo para tratar de ampliar el debate “ejecuciones extrajudiciales”. Mi curiosidad va dirigida a preguntar ¿existen ejecuciones judiciales? No creo, pienso que estas palabras solo las utilizan evitando llamar las cosas por su nombre -homicidio agravado u homicidio calificado- como reza en el Código Penal colombiano. Qué mal momento, tras el debate sobre Fuero Penal Militar, fue la rotulación de los homicidios cometidos por algunos miembros de la fuerza pública desenfocados de su misión, con el nombre de falsos positivos, tanto que hoy por hoy pareciera un delito calificado y tipificado en nuestra ley, el término hizo curso, a más de mucho daño para Colombia y sus instituciones, tanto que en el exterior se habla de falsos positivos y últimamente con sorpresa de todos, refiriéndose al delito conocido públicamente como el “homicidio del grafitero”, hecho en el que pretendieron vincular al general Francisco Patiño se utilizó el término falso positivo urbano creando un nuevo concepto de esta voz y ya vamos en falso positivo jurídico
La situación ha tomado tal ventaja que Naciones Unidas en documento enviado al Congreso (según los medios) recomienda para evitar debates sobre compromisos internacionales adquiridos por Colombia, relativos a derechos humanos, que la competencia de investigar y juzgar los falsos positivos, -entiendo se refirieron al asunto con este término- deben estar claramente bajo el control de la justicia ordinaria. Seguramente piensan o coligen en Naciones Unidas que la Justicia Penal Militar está interesada en abocar tal conocimiento con fines proclives a la impunidad, ¡craso error!
Los homicidios agravados o calificados ejecutados en mala hora por miembros de la fuerza pública e investigados en la actualidad por la justicia ordinaria, no son ni se pueden seguir convirtiendo en obstáculo para continuar y terminar el debate sobre tan importante tema, como lo es el fuero penal militar, especialmente ante las conversaciones sobre paz adelantadas en Cuba.