El tránsito en Semana Santa
“Peajes, ciclistas y retenes son temas a solucionar”
Estamos a veinte días de Semana Santa, por lo tanto quiero invitar a ciudadanos y autoridades a programar desde ya los servicios que deben disponerse para la época, pues debemos lograr paz, tranquilidad y seguridad a todo nivel en estos días santos.
Son muchos los tópicos para tener en cuenta y proyectar unas vacaciones seguras, pero me quiero concretar sólo a la circulación por vías nacionales y el rol policial ante este reto que tanto dolor de cabeza ha traído, no obstante estadísticamente mostrar éxitos institucionales en algunos años. Para ser puntual recogí juicios de personas que regularmente utilizan las carreteras, quienes me aportaron algunos asuntos para tener en cuanta, especialmente por la fuerza pública, sector del gobierno responsable del buen uso y respeto de normas en las travesías; algunos temas se salen del control institucional pero son susceptibles de coordinación y apoyo.
Inicio por los peajes. Sostienen mis consultados que son numerosos, acompañados de un obsoleto sistema de cobro, y se quejan de los concesionarios por presentar como gran solución los prepagos, que de todas formas obligan a reducir velocidad al entregar el volante en los puntos de control. Exclaman mis preguntados: ¡dónde está la tecnología!, no es posible que a estas alturas no contemos con controles electrónicos acompañados de pagos ante o pos utilización de la vía. Yo daría toda la razón a esta observación por lógica y con viable solución aunque “costosa para las concesiones” .
En nota anterior trate este problema, pero ellos recaban sobre los hechos; me refiero a los ciclistas. Anhelan los entrevistados contar con vías limpias de estas amenazas e invitan las autoridades a organizar competencias controladas en fechas de bajo flujo vehicular, evitando con ello saturación en los días de salida o regreso. Los retenes en las calzadas es otro motivo de crítica. Manifiestan que las instituciones no se han puesto de acuerdo para instalar los controles de manera que no sean tan seguidos, reprochan que éstos contribuyen a frenar la movilidad y muchas oportunidades congestionan las carreteras, pues detiene los vehículos en plena vía, para pedir soat o revisiones tecno mecánicas, obligando a conductores y pasajeros a invadir la berma con los consabidos peligros. Sugieren los implementen a la salida de las ciudades donde pueden tomar medidas correctivas sin crear caos y desconcierto entre los viajeros, a más de estar obstaculizando y molestar conductores, familias y el mismo tránsito.
La falta de ingeniería hace presencia, pues la doble línea amarilla acompaña tramos o sectores donde se podría adelantar vehículos al contar con la visibilidad requerida para esta maniobra, situación posible de manejar con personal de la policía capacitada y de buen criterio que autorice algunos sobrepasos. Por razones de espacio, a futuro recogeré más inquietudes para compartir.