GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILIBERT V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Febrero de 2013

Las sintéticas

 

Uff,  la que se armó por no presentar adecuadamente la actualización urgente y necesaria como la que más, de la Ley 30  de 1986, en el fondo solo se trataba de eso, pero cuando  tocan las drogas sintéticas ante lo álgido del tema, la cosa es  grave, todo el mundo con autoridad fija puntos de vista muy respetables y sesudos, porque quieran o no, encaramos un asunto que ha tocado la mayoría de familias, si no por toda Colombia a  lo menos en  las principales ciudades capitales.

 Los que en determinado momento hemos tenido que bregar con el problema sabemos lo complejo del mismo, pues el consumo de estos fármacos a más de ser  muy fácil, es casi que imperceptible para las autoridades, debido al entorno donde se comercializan y los momentos eufóricos de su demanda, situación que desborda el mercado haciendo imposible lograr un cuadro   orientador estadísticamente, sobre el comercio  de estupefacientes sintéticos.

Pienso que hay mucho por decir, pero como se trata de colaborar y no descalificar, lo más recomendable seria realizar un inventario, para saber, el número de fármacos susceptibles de emplearse  con estos fines, es decir, consumidos por dependientes; hay que conocer las diferentes clases y tipos, sus características, sus efectos, su aspecto físico, y mil presentaciones más urgentes de conocer para forjar un frente común contra este flagelo, porque como lo dije en un comienzo las drogas sintéticas están enquistadas en la sociedad más de lo que podemos imaginar, de ahí el revuelo tan inesperado ante el pronunciamiento de la ministra.

Bienvenida la preocupación del Gobierno, eso es saludable, pero previamente  se debió hacer un análisis de cómo se mercadean estas drogas, entre otras porque el costo de cada tableta varía de acuerdo con los componentes, y algunas solo se venden bajo fórmula médica, de manera que no es tarea fácil desarrollar la estrategia de tasar en dosis mínimas las sistemáticas. Tómenos este debate como insumo para un nuevo estatuto de estupefacientes, sabemos la necesidad de actualizarlo, y lo descubierto con el debate entrega información valiosa omitida en el documento arriba mencionado; el consumo de drogas es uno y el combate hacia la marihuana, la cocaína y la heroína se enfocó desde el cultivo, la producción, la distribución y comercialización, para lo cual se capacitó personal de las diferentes entidades comprometidas en la lucha, cosa igual urge hacer respecto a las sintéticas, no podemos continuar desestimando el problema que día  a día se potencia, no pensemos en nada diferente de conocer sus componentes, puntos de elaboración, insumos de obligada importación y equipos  requeridos. Las redes de distribución que tejen las ciudades sin preocupación, saben el desconocimiento que tenemos del comercio y consumo,  situación aprovechada por los narcotraficantes para la distribución.