GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILIBERT V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Enero de 2013

Inteligencia contra delincuencia común

 

Como  una muy buena noticia debemos recibir los ciudadanos la anunciada organización de una central de inteligencia, creada con el único fin de poner toda la tecnología al servicio de la ciudadanía, para brindarle seguridad y tranquilidad, sueño acuñado por años en el corazón del ciudadano. Pero en los medios de información es flor de un día, que solo buenos resultados la  hará retoñar en su momento, es decir, los mandos policiales acaban de aceptar un gran reto; desde luego que la institución como todos lo sabemos cuenta con experiencia y una gran central de inteligencia, donde se han adelantado trabajos supremamente importantes contra la delincuencia organizada y la subversión, duros golpes logrados por la  Policía Nacional, nacen crecen y se cristalizan en el interior de esta agencia, que en ningún momento abandonó su compromiso con la seguridad ciudadana; pero lo urgente le resta importancia a lo prioritario y con el paso de los días, ante aquellas palmas alcanzadas, el país comenzó a mirar la DIPOL como emblema o líder de la lucha contra el narcotráfico y la subversión, frentes identificados y manejados con profesionalismo por especialistas del tema.  

La organización de esta nueva unidad, con dedicación exclusiva a la seguridad ciudadana, será una herramienta de primer orden para la policía de vigilancia o comunitaria, sustentada hoy en los cuadrantes, lo anterior con un cubrimiento nacional para llevar su lucha hasta los rincones más apartados del país. Esta es la primera piedra de un programa que igualmente compromete las autoridades departamentales y municipales de Colombia, pues en principio Bogotá será la sede principal, pero el tiempo demandará instalación de CIP Centrales de Inteligencia Policial en todo el país, enlazadas por comunicación permanente, sustentada en avances tecnológicos, aspecto fundamental para lograr el éxito; no es posible que la tecnología esté ausente en las estrategias institucionales, un ejemplo de este progreso lo veremos con los días, cuando tengamos totalmente controlada la velocidad en las carreteras y por ese conducto reducidas las muertes en accidentes de tránsito, la delincuencia común también se verá dominada, hecho palpable fue la recuperación de la bebé secuestrada por  Liliana Marcela Castillo en cuya investigación las cámaras jugaron papel fundamental pues el país observo en vivo y directo las tomas de identificación.

La certificación sobre lo urgente de avanzar amarrados a la tecnología lo vemos con el problema de Los Pascuales, porque este tipo de organizaciones no son exclusivas del cerro norte bogotano, son muchos los barrios víctimas de este tipo de estructuras en la capital, donde la comunidad calla por temor, y qué decir de otras ciudades del país,  esto corrobora la premura de contar con medios técnicos al servicio de la policía, ¡encomio al mando por ese impulso que no puede  desfallecer!