General (r.) Luis Ernesto Gilibert V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 25 de Noviembre de 2015

“Situaciones incómodas que flagelan la capital”

PRISMA

Bogotá y su ilegalidad

 

Reconozcamos que el nuevo alcalde de Bogotá no la tiene fácil si quiere enderezar una serie de situaciones incómodas y con perfiles delictivos que flagelan la capital, escenarios  enquistados en la ciudad y  sociedad  que  obstaculizan  hasta  la misma aplicación de justicia, los bogotanos las sufren pero han aprendido a convivir con ellas y como en realidad son temas de vieja data, pues muchos, no todos los alcaldes, las toleraron o esquivaron en su momento, creo que llegó la hora de poner el dedo en la llaga y sin hacer juicios temerarios ni  querer calificar administraciones pasadas, se enfrenten los problemas  buscando  soluciones.

 

Sabemos que las reglas que establecen conductas hacia la cultura ciudadana existen, y seguramente habrá funcionarios interesados en hacerlas cumplir, pero como lo venimos sosteniendo, la costumbre dificulta la toma de decisiones en determinados asuntos, que no podemos en esta nota, abarcar en su totalidad, pero veamos: los muros de la ciudad se han convertido en paredes para las manifestaciones artísticas, ubicadas en disimiles sectores y localidades, escogidas al gusto del artífice, pero no todos los grafitis, letreros o pinturas llevan un mensaje cultural, ni están ubicados en lugares previstos para tales prácticas; a lo anterior le debemos sumar los afiches con diferentes  mensajes o propagandas diseminados a lo largo y ancho de  la ciudad, utilizando muros, postes y cuanto lugar tengan a su alcance, sin importarles  las prohibiciones y restricciones que las autoridades imparten. ¿Qué hacer con ese aspecto tan superficial pero tan importante para el concepto ciudad?.

 

Otro tema un poco más álgido tiene que ver con la economía informal, no podemos establecer el número de vendedores ambulantes que operan en Bogotá, pues hacen presencia en todos los sectores de la ciudad, comerciales o residenciales, no hay esquina sin una venta de duces, existen localidades donde en la mayoría de sus centros no puede el ciudadano desprevenido caminar sin el bloqueo de los andenes por estas personas, a las que los estudios identifican como desplazados, sin embargo, sabemos la diferencia de motivos que generan esta actividad; algunas administraciones adelantaron campañas y acciones hacia ese tenor, pero otras no tanto, por lo cual  hoy es un punto bien difícil de revolver.

 

El Bronx y su entorno, grave asunto que afana y preocupa a los cuidadnos que por alguna razón deben circular en sectores aledaños al lugar, del epicentro de la  zona salen los maleantes a delinquir sin impedimento, pues su aspecto, desaseo y agresividad, intimidan a la victima convirtiendo el sector en feudo de delincuentes, quienes una vez cometida la fechoría se refugian en su gueto, eludiendo las autoridades que hoy no cuentan con apoyo ni alternativas para enfrentar este reto delictivo.