“Las capitales, y especialmente Bogotá están creciendo”
PRISMA
Para que piensen los candidatos
DURA la contienda por las alcaldías del país y no solo la contienda electoral como tal, sino ante los retos que tienen las administraciones y los administradores, pues los problemas sociales se están saliendo de madre y frente al posconflicto las cosas pueden tomar una dimensión insospechada, donde los resultados serán responsabilidad de las administraciones municipales. El país tiene un perfil general pero voy a tomar el Distrito Capital como modelo, entendiendo que Bogotá es referente nacional; solo deseo llamar la atención de los candidatos buscando empleen parte de su trabajo en campaña, programando la atención de algunos tópicos sobresalientes.
Iniciemos por la familia donde los padres han relegado su responsabilidad en el Gobierno y profesores, teniendo como resultados niños y jóvenes desamparados, proclives a la delincuencia y el dinero fácil, sumando la prostitución infantil con sus consecuentes embarazos a temprana edad, desnutrición, abandono y apatía, es decir, la familia se convierte en amenaza, para la salud y seguridad, dos temas sensibles en cualquier administración.
Una mirada a la población, porque las capitales y especialmente Bogotá están creciendo día a día, ningún ciudadano es ajeno a la presencia de barrios de invasión, lejanos de contar con los servicios públicos básicos para el buen vivir, generando escenarios de inseguridad y drogadicción en proporciones aterradoras, lugares donde los antisociales ejercen control y aplican la ley según su saber y entender. Percibimos de antemano que la invasión de desplazados es funesta, asentándose en sectores marginados, generando violencia por buscar la supervivencia; existen barrios donde se han organizado haciéndose fuertes y cobrando impuestos por el solo tránsito en sus improvisadas calles, convergiendo con el punto anterior, sobre el deterioro familiar, pues estos antisociales inician los niños en el mundo de las drogas, ya como consumidores, ya como expendedores y jíbaros, este es otro asunto generador de problemas sociales y seguridad.
La extensión de las ciudades capitales como Bogotá permiten la germinación de problemas sociales difíciles de entender por la imposibilidad de explorarlos directamente, al encontrarse escondidos o disimulados a la vista de las autoridades y otros niveles sociales residentes en la urbe, lo que da pie a la creación de guetos, focos de todos los tipos delictivos que la mente humana pueda imaginar, estos lugares crecen a ritmo vertiginoso, deteriorando el sector, invadiendo predios, desplazando residentes y acogiendo en su seno, diferentes clases de personas propensas a las drogas y el delito, en su mayoría rechazados por las familias y la sociedad. Hemos venido sosteniendo que la seguridad es transversal, al hacer parte en una forma u otra de todos los asuntos relacionados con la ciudad, y llamamos la atención de los candidatos sobre los citados aspectos, por demandar pronta atención, si queremos lograr una ciudad con aspecto y sensación de seguridad.