La seguridad ciudadana
El tema de la seguridad ciudadana es tan importante, que en su entorno han surgido un sinnúmero de expertos, personas todas que merecen mis respetos por dedicarse de lleno a estudiar el asunto, convirtiéndose en puntos de referencia para gobernantes, comunicadores y aspirantes a cargos en las diferentes administraciones; todo esfuerzo por aportar conocimientos, experiencia e información, permite a las autoridades diseñar planes y estrategias que le proporcionen las posibilidades de brindar al ciudadano de bien, la seguridad y tranquilidad necesarias para el buen vivir.
Estas personas se enfocan en diferentes puntos de vista para aterrizar conceptos y recomendaciones, los hay estudiosos de las estadísticas sobre muertes violentas y los vemos cruzando datos de las diferentes agencias, detectando las incongruencia en la información como en el caso de Bogotá, donde las cifras entre Policía, Fiscalía y Medicina Legal, poco coincidían por tener cada entidad un criterio diferente y recoger la información en disímiles momentos de los hechos, situación que permite imaginar un desgreño sobre la recolección, procesamiento y análisis estadístico. Son manejos susceptibles de coordinar, como se ha logrado, para bien de las instituciones y pureza del sondeo.
Otros se concentran en la recolección de estadísticas tras actos delictivos de diferente orden, tratando de focalizar los sitios y zonas de ocurrencia, para establecer sectores azotados por determinado delito o patología social, intentando reconocer e identificar componentes de organizaciones delincuenciales operadoras en determinados lugares, lo que les permite hacer análisis y presentar recomendaciones sobre los posibles procedimientos o maniobras que deben desarrollar las autoridades y la fuerza pública; importante el aporte de estos ciudadanos, pues no obtente la Policía contar con laboratorios sobre el delito, donde se recogen informaciones y estudian las situaciones anotadas anteriormente, las contribuciones ciudadanas son tenidas en alta consideración. No podemos dejar de lado aquellos estudiosos dedicados exclusivamente al análisis de los factores que facilitan la presencia delictiva y el entorno aportante de condiciones ideales para el delincuente avezado, quien aprovechando esta condición atenta contra el ciudadano inerme y despreocupado; valederos como los anteriores, estos trabajos y operaciones de colaboradores idóneos.
Como ven mis estimados lectores sobran diagnósticos para diseñar programas serios que aseguren la tranquilidad en las ciudades del país, más todavía, si nos apoyamos en la tecnología de punta que juega a favor de las autoridades. Pero con todo el caudal aportado por los estudiosos y expertos, mientras no se logre el compromiso del conglomerado ningún plan podrá proporcionar los resultados añorados, las autoridades deben alcanzar el apoyo y acompañamiento ciudadano en todo momento; la armonía entre las autoridades y el vecindario es indispensable e imprescindible, solo logrando el respaldo, respeto y cariño por el policía, el alcalde y su propio vecino, podemos tejer seguridad.