PRISMA
Glifosato, el problema
Debemos ser muy claros para no interpretar mal al ministro de Salud, Alejandro Gaviria, y llamarnos a equívocos, él le está pidiendo al Consejo Nacional de Estupefacientes suspender el uso del glifosato, herbicida hasta el momento utilizado en las aspersiones aéreas para la erradicación de cultivos ilícitos en Colombia. El señor Ministro nunca ha pedido al Gobierno, ni a la unidad regente de la lucha contra el narcotráfico en el país, terminar con la fumigación de los cultivos, ni mucho menos, pues esa no es su misión, simplemente se refiere a no utilizar el glifosato como tal, apoyándose en los conceptos emanados de la Organización Mundial de la Salud y sustentados en la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer, donde se sostiene que este herbicida está considerado como posible generador de cáncer en humanos, información ya por todos conocida suficientemente, dadas las publicaciones en los medios.
La petición ha dado en la semana pasada para todo tipo de conceptos, el debate prendió las alarmas y toda institución comprometida en esta lucha se pronunció, como lo hizo el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien con justa razón y conocedor de antecedentes, entiende la importancia de esta herramienta en la lucha contra el narcotráfico, pues las otras estrategias utilizadas, como la erradicación manual o la sustitución de cultivos, si bien han arrojado resultados controvertidos, nunca serán tan efectivas como la fumigación airea, especialmente en un país como el nuestro, con una geografía tan complicada que facilita el accionar de los narcotraficantes, en zonas alejadas de difícil acceso para los hombres comprometidos en esa tarea de eliminación.
Seria sano recordar que el empleo de este producto no es cosa improvisada, antes de aplicarse en áreas de cultivo, se efectuaron varias pruebas, pues debemos reconocer que proteger la integridad de los hombres y mujeres que componen la fuerza pública es prioridad incuestionable y de los efectivos destinados a esta tarea, ninguno ha manifestado síntoma que nos haga cuestionar la eficiencia de las pruebas primarias. Por otro lado, fuentes serias de inteligencia, en trabajos sobre campos dedicados al cultivo, han tenido informaciones que refieren presiones y estrategias de parte interesada, para evitar la fumigación aérea. Pero bien, como para el Gobierno es imposible caminar en contravía de la situación, mas si existe un pronunciamiento de la Corte Constitucional, es recomendable encontrar un remplazo al producto glifosato, pues de lo contrario, el tiempo se encargará de mostrar un incremento inusitado en las áreas cultivadas, no olvidemos que las autoridades del tema hacen mediciones permanentes para verificar el éxito o fracaso de esta estrategia; seguramente hoy con los adelantos en tecnología de diferentes sentidos, se podrá encontrar un herbicida que cumpla con los requisitos para continuar la aspersión aérea en zonas cultivadas con plantas ilícitas.