Carta abierta al Presidente de la República
Como está de moda enviar cartas abiertas al Presidente por diferentes motivos, voy a tomarme este espacio para hacer un envío al doctor Juan Manuel Santos en su calidad de candidato, más con el objeto de hacer aportes, que propiciar debates. Mi tema va dirigido como lo deben interpretar mis amables lectores a seguridad, especialmente a la estrategia presentada por el señor Presidente durante sus debates, y me refiero al Ministerio de Seguridad, donde la Policía Nacional es protagonista de primer orden.
Ya el Colegio de Generales de la reserva activa de la Policía Nacional, en nota enviada a la Presidencia y firmada por los directivos, se pronunció sobre la preocupación que le asiste ante la decisión del candidato-Presidente de incluir en su programa de gobierno, la creación del citado ministerio, otro tanto hizo la Mesa de Trabajo Permanente de las distintas asociaciones que conforman el Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. En los citados documentos -señor Presidente-, los miembros de las asociaciones hacen un relato pormenorizado de la historia institucional con sus aciagas crisis, haciendo especial énfasis en la falencia que causó la disolución de la Policía antes de pertenecer al Ministerio de la Guerra hoy de la Defensa, época de ingrata recordación donde fue indudable la manipulación ejercida tras intereses político partidistas. Se duelen los generales por la convocatoria de expertos internacionales, a colaborar con estrategias sobre seguridad, desconociendo la experiencia y profesionalismo de hombres que le entregaron a la institución toda una vida de servicio, contribuyendo a su desarrollo y tecnificación; no obstante lo anterior manifiestan disposición permanente, para compañía al Gobierno en tema tan álgido, porque creen en la paz, y preparan un posconflicto aterrizado, pero apoyados en la fortaleza hija de la unidad con las Fuerzas Militares.
Requiero hacer algunas reflexiones para conocimiento del señor Presidente: lo primero, dirigido al régimen salarial del hombre policía, pues seguramente se presentarán variaciones preocupantes a futuro, recordemos que el régimen de la fuerza pública no contempla horas extras y el servicio policial es continuo a más de permanente, con disponibilidad física estable, sobra hablar de los servicios especiales como espectáculos públicos o alteraciones del orden público, manifestaciones y otros. Lo segundo, hace referencia al derecho sindical; mencionemos el Inpec con tan solo once mil hombres, cuenta con cincuenta y siete sindicatos, situación que no podemos desestimar de cara al futuro.
Señor Presidente la Policía Nacional hace parte integral de la fuerza pública, ¡sus fuerzas¡ esas que le deben subordinación y respeto, el hecho de depender la Policía del Ministro de la Defensa no altera su vocación civilista, nadie cambia de canoa en medio del río, no es el momento.