Don Antonio Nariño
En este mes y año se cumplieron 250 años del natalicio de don Antonio Nariño, y varios actos de diferente índole se llevaron a cabo como homenaje póstumo al Precursor. Tuve especial cuidado de informarme sobre los numerosos conceptos y en todos faltó un título que los policías de Colombia le debemos ¡precursor de la policía! ¿No lo sabían verdad?
Ahí va la historia: “A comienzos de 1791, el regidor alcalde mayor de Bogotá, don Antonio Nariño, le presentó al virrey José de Ezpeleta un proyecto para la creación de una junta de policía, que prestara en la capital de Nuevo Reino las funciones especificas de un cuerpo de esa clase, tales como vigilancia, atención al público en casos de emergencia, calamidades o desastres, servicio de alumbrado y de acueducto, o de aguas, como se decía entonces, y eventualmente persecución y captura de criminales, aunque en esos tiempos eran pocos, casi nulos, los delitos contra la propiedad. Las riñas callejeras constituían la violación más frecuente a las normas de comportamiento. Quizá nunca le pasó por la cabeza a don Antonio Nariño que la policía ideada por él sería la encargada de aprenderlo cuatro años más tarde, cuando se le acusara del horrendo delito de imprimir la Declaración de los Derechos del Hombre y de conspirar a favor de la libertad
El Virrey expidió el decreto creando una junta de policía, integrada por un Oidor como presidente y dos regidores del Cabildo, el Procurador General y dos vecinos, quienes efectuaron su primera reunión como junta de policía el 15 de mayo siguiente. El personal de agentes que prestaba su servicio a la junta no existía. La junta cuando era del caso, apelaba a la suprema instancia judicial, la Real Audiencia, y esta daba órdenes para que el Ejército hiciera las veces de policía. Así, cuando se requería la captura de una persona, el mismo Oidor que expedía la orden iba con soldados y efectuaba el operativo. Lo cual, en la tranquila Santa Fe de la colonia, ocurría con escasa frecuencia. “Papel Periódico de Santa Fe, Bogotá, mayo 27, 1791, núm. 16 p. 130”, “Historias desconocidas de la Policía, Gilibert”.
Como lo anotaba Álvaro Castaño Castillo “Este primer organismo tuvo la misión de velar por la tranquilidad de Santa Fe. La órbita de sus funciones, los elementos de que dispusiera, debieron ser estrechos e insuficientes, pero su inspiración fue fecunda porque consagró el principio de que la ciudad sería tutelada por una entidad civil”. “Castaño Castillo, Álvaro. Op. Cit, p. 34”.
Como ven, amables lectores, es don Antonio Nariño la primera persona en intuir la necesidad de contar con un cuerpo de policía, vislumbrando hacia el futuro su organización y desarrollo, que debía ir paralelo al progreso del país.