GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILIBERT V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 26 de Febrero de 2014

Vivimos en una vitrina

 

Como van las cosas debemos reconocerlo, vivimos en un aparador y no es de sorprendernos  frente a las últimas noticias, todo el mundo en Colombia está chuzado, de manera que lo ideal es comportarnos en cada momento bajo este prisma, aceptémoslo,  cuanto  digamos está siendo escuchado y además, lo que escribamos monitoreado, hemos perdido la privacidad y de no ser tan exacto el concepto, por lo menos tenemos generalizada la sensación de estar bajo control, -es verdad-, y esto se lo debemos a la tecnología, que en buena  hora nos atropella diariamente, pero mal empleada por algunos,  hoy no es difícil conseguir personas altamente capacitadas para intervenir y penetrar  cualquier equipo personal  e institucional, extrayendo la información reservada o particular, lo que convierte en negativa la presencia de  adelantos en tecnología de punta.

Podemos entender que las centrales de inteligencia en todas las instituciones han desarrollado su capacidad investigativa poniéndose a tono  con los adelantos tecnológicos, acompañando el desarrollo con la capacitación  de sus  mejores hombres, lo que les permite alcanzar un valioso nivel de eficiencia para lucha contra la delincuencia en todas sus formas, pero la tecnología también ha llegado a las organizaciones delincuenciales quienes apoyadas por su  solvencia económica, acceden a toda una gama de equipos y hombres competentes especialistas del tema, útiles a sus fines, de manera que estamos en una encrucijada formidable donde el Gobierno y las instituciones del Estado, encaran una lucha por neutralizar esa arremetida delictiva sustentada en inteligencia y tecnología. Esta percepción de todos los colombianos se confirma con la revelación sobre la intervención a  los correos del señor Presidente. Buscar los responsables es tarea de las autoridades y centrales de inteligencia quienes de seguro tendrán muy pronto el resultado de su indagación, en esto podemos confiar,  y nos describieran no solo el nombre de los actores sino las intenciones que en últimas es lo  importante; en tanto sería recomendable pedir al ciudadano despojarse de cábalas o conceptos apresurados, por ejemplo, pensar en una intervención de organismos internacionales, y menos ir especulando en reclamos ante diferentes organizaciones, o dirigir la mirada como lo más lógico, a las centrales ubicadas en varias instituciones del Estado; porque si analizamos el resultado del trabajo realizado por los chuzadores, encontramos una persona desprevenida (el Presidente) utilizando la tecnología para fines puramente personales, e intrascendentes, y nos hallamos ante publicaciones de intervenciones crudas sin ser sometidas al análisis de inteligencia que es donde aparecen consideraciones sacadas del estudio razonado.

De lo anterior se desprende una premisa urgente y es el blindaje a comunicaciones no solo de Casa de Nariño, esta protección obliga incluir al Gobierno en general, pues el andamiaje gubernamental debe estar a buen recaudo de arremetidas oscuras.