Los horarios en ‘rumbiaderos’
La tragedia ocurrida en el club privado deportivo Night Club, ubicado al sur de Bogotá donde varias personas perdieron la vida en confusas circunstancias, y ¡claro¡ lo primero fue dirigir la mirada hacia la Policía Nacional, para responsabilizarla ante el funesto resultado, fruto de absoluta falta de autoridad administrativa policial, aquella que radica en las primeras autoridades municipales, prendió las alarmas un poco tarde sobre lo delicado de esta situación, que noche a noche en diferentes sectores del país debe enfrentar la policía, porque el tema de horarios para sitios destinados a venta de licor y rumba, deben ser controlados evitando excesos en todo sentido, tal negligencia pueden llevar a consecuencia desastrosas; sin embargo, este control no es fácil de aplicar por múltiples razones, siendo una de ellas la estrategia que utilizan los propietarios, dirigida a presentar el establecimiento como un club privado, ante lo cual la policía no tiene posibilidades legales de actuar, bien sea en relación con el control del funcionamiento, o en auxilio de alteraciones con desorden del ámbito privado.
En tiempos de la ley zanahoria se buscó intervenir los mencionados clubes, que ante la arremetida, suspendieron actividades sometiéndose a las disposiciones del alcalde, no obstante se percibió la mala intención de estos establecimientos y la policía desarrolló una campaña encaminada a identificar y desenmascarar los lugares cobijados por licencia para supuestos clubes, que presentan estatutos y demás reglamentación habilitándose para desarrollar la fraudulenta activad, documentación poco confiable, susceptible de ser cotejada y confrontada por la autoridad comprobando no solo su autenticidad, sino los antecedentes y calidades de todos y cada unos de los miembros componentes del club. Existe una condición importante y hace referencia a bomberos, donde se fijan requisitos claros, precisos e insalvables y sin cuya observancia es imposible realizar labor pública, los bomberos están en capacidad de detectar lo fiable del objeto y fin del lugar, cabiéndoles la responsabilidad de cohonestar o coartar la actividad, debiendo responder ante el país por cualquier resultado caótico presentado como consecuencia de su falta de compromiso. Sería conveniente otra cruzada de control similar a la mencionada, no olvidemos que hoy contamos con más tecnología y posibilidades de vigilar esta tramposa estrategia
Desde otro ángulo urge evitar la proliferación de dichos establecimientos dedicados al esparcimiento etílico, cualquier ciudadano monta un bar, llena requisitos, mete papeles, y con licencia en trámite ya puede funcionar. En otros países la licencia para vender licor es entregada a persona natural responsabilizándola del manejo y consecuencias de su uso, licencia eliminable por violación de normas, saludable analiza r y evaluar el asunto ¿cómo estaría lo de bomberos en el Night club?
Nota, no despistemos, estamos frente a un caso típico del servicio, que debe investigar la justicia penal militar.