Gabriel Ortiz | El Nuevo Siglo
Viernes, 17 de Abril de 2015

BLANCO Y NEGRO

Democracia ecuatoriana

El  presidente de Ecuador, Rafael Correa, quedó solo en la VII Cumbre que se realizó la semana anterior en Panamá. Este hombre, que vive envenenado con la prensa, quiso centrar su intervención en una diatriba contra los medios de comunicación, ya no solamente de su país, sino de todo el continente. Su obsesión lo ha llevado a una enfermedad incurable con todo lo que tenga que ver con la información al público, porque se siente un perseguido, cuando la realidad es que desde su llegada al gobierno, no ha cesado en expedir normas, leyes y decretos que mantienen amordazados a todos los medios de expresión, encarcelados a varios periodistas y caricaturistas y amenazados a los empresarios que aún mantienen emisoras, periódicos, estaciones de televisión y demás expresiones de comunicación.

Correa, a quien todos creían un demócrata integral por su trayectoria y su instrucción, dio el vuelco inesperado por todos y rápidamente se ha convertido en un dictadorzuelo de República bananera. Estudió en Estados Unidos y en democracias europeas hizo un PhD. Pero toda esa preparación se fue al traste, por lo menos en lo que a libertades se refiere.

Ese brillo y ese lustro, lo obnubilan, ofuscan y turban a tal punto que, impidieron que aprovechara la VII Cumbre, para hacer una exposición creativa, inteligente y benéfica para su patria. Actuó como cualquier ceporro. Se limitó a injuriar a la prensa. Para él a esta le está vetado el derecho a la crítica, cuando algo anda mal. Su vanidad, presunción y egolatría, no permiten la menor sugerencia, reflexión, opinión o juicio a sus actuaciones como gobernante. Quiere posar ante la opinión pública, como el omnipotente, el soberano y el altísimo. ¡Qué preparación y educación tan desperdiciadas!

Su conclusión fue que la prensa del continente “es mala, muy mala”.

Por fortuna Obama con su gran sabiduría le respondió, que en su país, Estados Unidos, la prensa es libre, muy libre y advirtiéndole que para algunos gobernantes ella es buena, solo cando los alaban. En Ecuador, lo único malo, muy malo es la democracia que ofrece Correa.

Blanco. Por fin un castigo para los que sobornaron y corrompieron para que pasara el “articulito” durante la “yidispolítica”. Y el gestor ahí.

Negro. El brutal ataque a un grupo de nuestros soldados en el Cauca. ¿Qué diablos persiguen las Farc? Merecen el repudio nacional.

gabrielortiz10@hotmail.com