GABRIEL ORTIZ | El Nuevo Siglo
Sábado, 10 de Mayo de 2014

Las lecciones de Goebbels

 

Los colombianos que buscan candidato a través de la publicidad, deben estar perplejos, al ver tantas bondades en los avisos, tantas dudas en la realidad, tanta propaganda sucia y tanto desconcierto.

A Marta Lucía, nos la venden como una pobre niña que ha tenido que luchar contra todo. De Clarita, ponderan su gran brillantez, opacada solo por sus fugaces amores con Uribe. A Peñalosa, como si nunca hubiera colocado un bolardo. Y a Santos, como el gran realizador.

Vale la pena analizar ahora lo que tiene que ver con “El Zorro Zuluaga” (¿pagaría regalías por utilizar la Z?) “Más preparado que un kumis”. Aventajado estudiante, exalcalde de un pueblito caldense de 20 mil habitantes, gerente de Acesco, empresa familiar, hechura de Luis Alfonso Hoyos, su asesor espiritual y escudero de Uribe. Reinan en su campaña, las enseñanzas de Joseph Goebbels.

A Santos han querido arrasarlo con mentiras, con niños “camisas negras” (neonazis), con militantes “zorro-uribistas” saboteando, con lo de J.J. Rendón, con chuzadas y asesorías de hacker y con el “todo vale”. Goebbels decía: “si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”. Goebbels, asesor de Hitler y padre del estado de opinión, recomendaba: “Miente, miente, que al final algo quedará. Cuanto más grande sea una mentira, más gente lo creerá”.

A Zuluaga, se le conoció el caso Interbolsa, que con mil detalles dio a conocer María Isabel Rueda. Destituir a funcionarios tan altos como el superfinanciero Augusto Acosta y sus investigadores, porque no quisieron violar la ley para beneficiar a un amigo del entonces Minhacienda, es algo que enturbia cualquier virtud. Y Ahora otra perla: las chuzadas de su asesor Sepúlveda.

Goebbels aconseja: “Cargar sobre el adversario los propios errores, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan. Tampoco hemos oído a Zuluaga, decir que si llega, no habrá chuzadas, falsos positivos, ministros desfilando hacia la cárcel, corruptos asilados, etc., moneda corriente durante el mandato de su patrocinador. La guerra sucia de hoy, con Goebbels a la cabeza, puede con todo y, la mala fe, alcanza para desprestigiar a cualquier aspirante.

Blanco. Lo de J.J. convirtió a Daniel Coronell, en “buena persona”, para los uribistas.

Negro. Uribe firmó un decreto -antes de salir- dando alojamiento en instalaciones militares a los expresidentes. Ahora lo disfruta. “Yo no pago, paga

Kol-cana”.

gabrielortiz10@hotmail.com