BLANCO Y NEGRO
Terrorismo económico
La denuncia del ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, sobre los autores de la ficticia escasez de azúcar en el mercado nacional, obliga una investigación que llegue al fondo de tan despreciable práctica.
Anteriormente crearon una carencia de arroz, para elevar el precio del producto, sin que existiera razón alguna para su desaparición de los estantes de supermercados y tiendas del país. Afortunadamente el Estado se apersonó de tan execrable intención de algunos productores, aplicó ejemplares sanciones y controló la intentona de privar a los colombianos de un producto de primera necesidad. Mucho antes se especuló con el cemento y no han faltado momentos en que ciertos productores, importadores y distribuidores de muchos artículos, quisieran hacer su agosto durante todo el año.
Pero lo ocurrido con el azúcar llena todos los colmos, porque, según el ministro Iragorri, tiene un malvado contenido político. En esta ocasión, fue la llamada oposición -léase uribismo- la que mediante la utilización de las redes sociales, divulgó fotos de estantes de un supermercado en los Llanos y de una tienda de almacenes Éxito, registrando una escasez inexistente de azúcar. Estos hechos fueron rectificados a tiempo por las tiendas, pero ya el daño estaba hecho, porque millares de establecimientos pequeños aprovecharon la ocasión para elevar estruendosamente los precios.
Está bien y es válido hacer oposición, máxime en época electoral, pero jugar con el pánico económico es un crimen que debe ser llevado hasta sus últimas consecuencias. Se ha diluido lo del “articulito” que arbitrariamente impuso la reelección, se ha echado tierra a las “chuzadas”, los autores de estos desmanes y fechorías viven como reyes en las playas de Miami, pero ahora se juega es con el presupuesto y la comida de la gente. Estos personajes a los que nada les importa la suerte de propios y extraños hay que aplicarles castigos ejemplares. La cárcel sería poca cosa.
Estos torpedean el proceso de paz, y para lograrlo nos comparan con los anaqueles vacíos en Venezuela, porque necesitan pescar votos a cualquier precio; para ellos ¡todo vale! Esta sociedad aún les cree, no les ha quitado la cínica careta que llevan con orgullo.
Estamos ante un crimen de lesa humanidad. Ante un terrorismo económico desmedido y sin penalizar.
Blanco. La fulgurante estrella del Deportivo Cali. Grande entre los grandes.
Negro. Las Farc, otros dementes contaminando el país.