GABRIEL ORTIZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Abril de 2013

El mal ejemplo

 

Esto está bien difícil y turbio, es el peor ejemplo para las nuevas generaciones, y para las antiguas, que no ven una luz clara que nos conduzca a la paz  que con tanto empeño busca el Presidente Santos y una inmensa mayoría de la población colombiana.

Cuando, a través de repetidos twitter, se trató de abortar el proceso que se había venido trabajando por parte del periodista Enrique Santos, hermano del mandatario, el país reaccionó y las negociaciones se montaron con todas las de la ley en La Habana. El camino ha sido tortuoso, pues se trata de acabar con una violencia, muy productiva para algunos, pero funesta para la generalidad de los compatriotas. Y ahí va, aunque se hagan esfuerzos por torpedear las negociaciones, que desde luego son difíciles, pero que si las superamos, no habrá poder alguno que frene el desarrollo de este país.

Cada quien tiene pleno derecho a pensar como quiera, de expresar sus ideas sobre cualquier hecho y de defender sus posiciones. Hay que respetar el pensamiento de todos los ciudadanos.

Las ideas son respetables, siempre y cuando se expresen con razones válidas y con caballerosidad, civismo, altura, urbanidad y sabiduría. Nunca se había visto tal manera de oponerse a unos postulados, como lo han hecho por estos días algunos ex presidentes. Volvimos a la famosa amenaza de “te voy a dar en la cara…m” Se dicen oprobios al jefe del Estado y a sus ministros. Llamarlos “camareros” no es propio de un ex mandatario. Mucho menos calificarlos de “mulas”.

Todos esperábamos un lenguaje mesurado y acorde con lo que la Nación espera de unos personajes que tuvieron acceso a las primeras letras, que transitaron luego por el bachillerato bilingüe y seguramente por estudios superiores y postgrados.

Al parecer, Carreño, estuvo ausente durante los años que trajinaron por las aulas.

Este país merece el buen ejemplo de quienes los gobiernan para escapar de la violencia que reina desde hace tantos años. Con comportamientos como los que por estos días hemos observado, es imposible conseguir lo que se está cocinando en La Habana. Para hacer política, no se requieren armas como las que estamos viendo. Santos fue elegido por los colombianos, no por un ex presidente. Hay que dejarlo gobernar.

BLANCO: La designación de Edgar Plazas como decano de derecho de la Universidad de los Libertadores. Gran acierto.

NEGRO: El alto costo por kilómetro de una carretera en Colombia.

gabrielortiz10@hotmail.com