Fernando Navas Talero | El Nuevo Siglo
Miércoles, 25 de Noviembre de 2015

BITÁCORA DE LA COTIDIANIDAD

La Yihad

“Resentimiento atávico, base de su plan político”

 

El planeta está en guerra, ¡no hay duda! “La yihad”, sea  menor o mayor, no importa. El ansia de poder  ha desatado una lucha cruenta e inhumana, la misma que en los inicios del Islam fue la prédica del dogma y lo fue para repeler la agresión que promovió el papa Urbano II contra los musulmanes para rescatar la Tierra Santa . Es este uno de los antecedentes más claros que registra la historia como causa del actual conflicto. Una alianza de Occidente, acordada en el   Concilio de Clermont, el 27 de noviembre de 1095 (hace 920 años), puso en marcha la reyerta liderada, principalmente, por Godofredo de Boullón.

 

Resumiendo los capítulos de esta enconada confrontación  debe concluirse que la causa última no ha sido otra diferente a la intolerancia religiosa,  supuestamente fundada en la fidelidad al Dios de cada uno de los pueblos  creyentes enfrentados. La intransigencia violenta  de los predicadores de la Fe es un argumento suficiente para develar su error y desvirtuar su razón. Pero no han sido únicamente  cristianos y  musulmanes los comprometidos en este holocausto. Igual conducta se asumió durante la persecución a los protestantes. En su Tratado sobre la Tolerancia, François-Marie Arouet, Voltaire, tomando como motivo de inspiración el juicio infame contra Jean Calas, no duda en censurar  la actitud criminal   de otras creencias disidentes. Con todo, no hay que desechar la posibilidad de que la última razón no sea exclusivamente  religiosa y si económica.

 

Para zanjar las diferencias controvertidas con ocasión de la primera guerra mundial se organizó un convenio entre Francia, Inglaterra y Rusia, conocido como el Tratado Sykes –Picot, acuerdo en virtud del cual se traicionó a hurtadillas a los pueblos árabes que habían ofrecido su apoyo a los aliados: Francia e Inglaterra, en su guerra  contra los turcos  a cambio de que les reconocieran su independencia para fundar el estado Pan Árabe, una versión acomodada del panarabismo.

 

El Estado Islámico - aparecido ahora-  entre sus aspiraciones político-religiosas  alberga la de  consolidar el mundo musulmán y la unión de los pueblos árabes. Igual intento hizo Gamal Andel Nasserexperimento que sucumbió  con la guerra de los Seis Días. Enemigos ancestrales de esta pretensión  son  Francia, Inglaterra y Rusia, quienes han puesto todo su empeño en exterminar en Siria a los militantes en el movimiento yihadista. Esta sería la causa del atentado terrorista al avión ruso en la península del Sinaí, igualmente de los asaltos a la Ciudad Luz: un resentimiento atávico revivido a causa de la intolerancia, de parte y parte, y de la ausencia de un diálogo sincero, probablemente por la injerencia de manos negras, que ningún interés tienen en acordar la paz , pues se sabe,  sin secreto,  que la guerra es un rentable negocio, amén de que es parte de la estrategia política de quienes aspiran a ser amos y señores del mundo que  desde ya se están armando para su “ yihad”.