Síntesis y twitter
LA moda de la comunicación es ahora el empleo de 140 caracteres, límite mucho mas exigente que el impuesto a los columnistas de prensa. Dentro de esa escasez de espacio debe exponerse la idea que se quiere expresar y externarla sin correr el riesgo de la equivocidad; de ahí que el twitter haya causado tanta algarabía entre quienes resolvieron valerse de ese medio para transmitir sus opiniones tan pronto las piensan. Algo así como hablar para pensar y no lo contrario. Los trinos suelen convertirse en disparos al aire, cáigale a quien le caiga, porque se lanzan sin mayor reflexión y bajo el impulso de la emoción y no de la razón. No son, precisamente, adagios, apotegmas, máximas, proverbios, refranes o sentencias
Con todo, esta tecnología, en el futuro, seguramente aportará algo importante para la humanidad y todo por razón de la economía, economía de tiempo y de palabra. La congestión de la vida diaria, atascada en las vías públicas, en las colas interminables, los mercados, los aeropuertos, etc., exige la brevedad. Esta necesidad de la existencia, ahorrando tiempo, la describe Michael Ende en “Momo”, y esa angustia es en estas épocas el pan nuestro de cada día.
El ahorro del tiempo y el espacio, limitado a 140 caracteres, obligará a que los volúmenes interminables de muchas obras literarias, científicas y filosóficas, que en el pasado constituyeron el motivo de la fama de muchos renombrados escritores, pase de moda y quienes se destaquen lo será por apelar al poder de síntesis, el de Antoine de Saint-Exupery, autor de El Principito, una obra de grandes escrita para niños
La síntesis, se dice, es una prueba de inteligencia y lo es porque su método exige, ante todo, comprensión simple y sencillez en la exposición, de manera que el mensaje pueda ser captado por todos sin el requisito de la erudición. Las preocupaciones del lector del común por su incapacidad para leer el Ulises de Joyce, no solamente porque el lenguaje le resulta incomprensible sino porque le hace falta el tiempo para digerir 900 paginas, desaparecerán en la medida en que la inteligencia de los twitteros les permita resumir en su brevedad todo el universo de lo que quieren expresar, sin error ni omisión.
Ahora, en cuanto a lo práctico y cotidiano, el twitter ojala sea comprendido por los jueces, por todos, porque desde que desapareció el papel sellado, las sentencias se imprimen en resmas de papel común y por lo tanto son interminables e ininteligibles. Los magistrados se ocupan y preocupan por sentar cátedra en sus decisiones y para terminar un rollo que ordinariamente se ha construido en años; las reiteradas citas de jurisprudencia y doctrina, a veces innecesariamente, se convierte en los títulos de la alcurnia del autor de fallos farragosos, no importa que en verdad todo sea una falla o un fiasco para el oficio: administrar justicia.