OPINION ORBITAL
Antenas y servidumbres
EL mundo contemporáneo ha traído grandes ventajas para nuestro bienestar. Sin embargo el avance tecnológico desborda en mucha ocasiones al orden jurídico y causa malestares y molestias en la comunidad. Esos avances han traído, incluso, amenazas delicadas para la salud de los ciudadanos. La industria celular ha sido una de las más controversiales, en este sentido.
Estos se quejan del deficiente servicio y a su vez los operadores móviles, por ejemplo, critican las normas municipales que les impiden colocar antenas a discreción, única forma -según ellos- de garantizar calidad. Si a esto le agregamos las últimas propuestas del Ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC, para que se coloquen "a la brava" antenas por todo el país, mediante el expediente de criticadas servidumbres, estamos en unos escenarios en donde se estarían violando los limites racionalmente permitidos e internacionales que garantizan una adecuada protección personal a las radiación de estas redes.
Se desconoce de plano el lógico temor humano hacia los efectos de una exposición prolongada de radiaciones dañinas durante años: a través de una ventana en un cuarto donde se duerme o trabajo ocho horas diarias, 365 días. Se nos engatusa con el cuento que hace más daño un secador de pelo que se utiliza solo diez minutos. Lo grave es que la Corte Constitucional ha dispuestos límites precisos y distancias adecuadas que siguen, en muchos casos, ignorándose.
La única forma posible de resolver este entuerto es midiendo y homologando dentro de estos límites constitucionales antena por antena, para así poder asegurarse que se respeten las normas, publicando en forma transparente y oportuna todas las mediciones hechas en portales abiertos. De esta forma, cualquier vecino puede auditar y cerciorarse que el Estado si está en realidad ejerciendo un debido control a esas radiaciones. Pretender que por simple resolución de Mintic o de la Agencia Nacional del Espectro, ANE,- sin mediar monitoreo alguno,- se podrá hacer cumplir los límites y proteger a los usuarios es actuar ilusamente.
En esta materia Colombia debería copiar muchas legislaciones foráneas, por ejemplo, la chilena que es realmente vanguardista. Por eso señor ministro lo que se debe es obligar a que todas las antenas se midan, una a una, y se publique la información para la tranquilidad de todos. Puede que esto tenga un costo, pero es menos oneroso que futuras demandas colectivas y las enormes ganancias del sector lo permiten. Si el doctor Luna logra este objetivo no tendrá que seguir cazando pelas con decenas de alcaldes, ni le complicara la vida al Estado colombiano cuando tenga que responder por unas servidumbres que tienen poco o ningún sustento legal. La Ley del Plan quedó mal hecha en este respecto, al otorgar facultades para servidumbres inexistentes. En otras palabras, nombraron el santo pero se olvidaron del milagro.
Adenda
Fildel Castro, a sus noventa, demuestra que sus circuitos mentales están marchitos. La visita de Obama fue un indudable triunfo diplomático para su revolución y todo lo que venga después es ganancias para Cuba. Criticar este histórico evento es desconocer los tiempos que corren y los que están por venir.