Elecciones en Estados Unidos
“Una élite política que ofrece pocas opciones”
A escasas cuarenta horas de la iniciación formal de la carrera presidencial americana, con la celebración de las asambleas populares de Iowa, el resultado parece cada vez más previsible por las pocas opciones que están ofreciendo a sus electores los dos grandes y tradicionales partidos, el republicano y el demócrata.
En cuanto al primero, todo apunta a que la nominación oficial favorecerá al magnate Donald Trump, amplio favorito en las encuestas, gracias a una habilísima e inteligente campaña en contravía de las costumbres políticas y al poco peso específico de sus contrincantes. En lo relacionado al segundo, es muy poco probable que la señora Hillary Clinton no sea la portaestandarte de los suyos, dada su gran experiencia e inteligencia.
Hasta aquí todo parecería bien. Lo grave del asunto reside en que para el candidato republicano su empeño podría llegar a ser una misión imposible y -como en la serie- se autodestruiría en el intento. Por el contrario, para la señora Clinton, ex primera dama y ex secretaria de Estado, su carrera será de un "sólo caballo", por la irrelevancia de sus contrincantes partidistas y las posiciones radicalmente de izquierda de su más cercano adversario.
También le favorece, y no poco, que sus mentores políticos, el presidente Obama y el expresidente Clinton, su marido, gozan de merecido y determinante prestigio entre todos los suyos. Los años en la Casa Blanca del primer presidente negro han dejado impronta en muchos sectores económicos y sociales, especialmente en la salud, la educación y las nuevas tecnologías. Y los de su esposo son recordados con cariño y agradecimiento por el electorado.
A pesar de la ausencia de un debate profundo electoral, los analistas consideran que existe una tendencia a que en noviembre habrá una gran afluencia de votantes, porque estos están preocupados por asuntos de seguridad y empleo. Los atentados terroristas suman especialmente en el ánimo gringo. En estos escenarios, una clara y constante mejora en la economía está jugando en favor de los demócratas.
Sin embargo es curioso que en los Estados Unidos la tendencia tradicional es que exista un real balance de poder en cuanto el dominio del Ejecutivo y el Legislativo. Es muy frecuente que si un partido se queda con la Casa Blanca, el otro se adueñe del Congreso.
Así las cosas es más que probable que, si se cumplen estas predicciones, las cosas no cambiarán mucho para el estado de las relaciones latinoamericanas con Washington. En nuestro caso concreto sobre el manejo del postconflicto, ya que el presidente Santos ha hecho bien su tarea y ha logrado el apoyo demócrata y cierta neutralidad republicana, pese la presión uribista cerca de estos.
Adenda
El alcalde Peñalosa ha comenzado con acierto su mandato para reconstruir físicamente a la capital y moralmente a los bogotanos. Bien por la rápida limpieza de la Avenida Chile.