OPINIÓN ORBITAL
Fuerte cabildeo contra el usuario
La Comisión de Regulación de las Comunicaciones, CRC, después de un juicioso y profundo estudio eliminó las cláusulas de permanencia en los servicios móviles y separó la venta de aparatos de la suscripción de los servicios propiamente tal, de modo que los presuntos aparatos baratos y subsidiados no se convirtieran en una atadura, no se limitara la competencia, y sobre todo, que no se terminara pagando más de una vez por el mismo aparato, pues después del final de la cláusula de permanencia nunca se apreciaba que el valor del plan bajara automáticamente apenas se terminara de supuestamente pagar el subsidio. Esto solo sucedía si el usuario llamaba a pedir cambio de plan.
Así las cosas, estas medidas han resultado en importantes beneficios para el usuario, beneficios que por supuesto requieren de un período de acomodo, y que seguramente no son muy populares por los predios de los operadores celulares, como de hecho sucede con mucha de la regulación que se impone precisamente para evitar abusos al usuario y protegerlo frente a las empresas.
Llama por ello la atención que ahora, a través de gremios de industria como la CCIT, se pretenda presionar a la CRC para que reverse sus medidas, echándoles la culpa de una supuesta baja en las ventas de equipos y un aumento de los precios. Son argumentos de coyuntura acomodaticios, pues la real explicación de los precios altos es la subida del dólar y no la medida de la CRC pues la práctica totalidad de estos equipos son importados. Aunque cae como anillo al dedo para criticar la medida decir que la culpa es de la Comisión y no de la rampante revaluación del dólar de los últimos seis meses por razones por todos conocidas. Son evidentes sofismas de distracción.
Es facilista decir que las ventas de los aparatos se caen por culpa de la CRC, cuando vemos que en un mercado ya cercano a la saturación, donde seguramente en los últimos meses de existencia de las cláusulas los operadores se apuraron a hacer firmar a cuanto paisano cruzaba en frente de un punto de venta, y que por supuesto ello genera ralentizaciones en los meses posteriores al cambio.
Asimismo, decir que las ventas cayeron sin aclarar si caen las ventas solo de los celulares, o de celulares y grandes cadenas, o si son las de todos los que ahora comercializan los aparatos en un mercado ahora sí de verdad competido, es otra cortina de humo y bien grande. Si empresas gigantes como Huawei están abriendo tiendas directas, y en el registro del MinTic, de vendedores autorizados de terminales aparecen ahora más de 1.800 solo en Bogotá (y más de 30 en lugares tan remotos como Leticia), lo que se ve es que se está generando una dinámica muy interesante a favor del usuario.
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Adenda
Cabe aquí es una importante pregunta, que debiera ser respondida por la Superindustria: al finalizar los planes con cláusula de permanencia, y bajo la nueva norma, ¿los proveedores móviles sí bajaron el valor de los planes en la proporción de lo que decían subsidiar el aparato? Otro reto para el Super Robledo que sabe cómo tratar a los poderosos.
ernestorodriguezmedina@gmail.com