Ernesto Rodríguez Medina | El Nuevo Siglo
Sábado, 29 de Agosto de 2015

"El oficio de minero es actividad de alto riesgo"

OPINIÓN ORBITAL

Los treinta y tres

 

VIMOS  la película Los 33, una realización americana, con producción colombo-chilena, verdadero bálsamo para el espíritu. Estupendamente interpretada por Antonio Banderas y Juan Pablo Rada, rinde un justo y conmovedor homenaje al heroísmo, tenacidad y ganas de supervivencia de un grupo de valientes que quedaron atrapados a setecientos metros de profundidad y sin mayores esperanzas de ser rescatados. 

Lo que significo todo el proceso de rescate para estos mineros, así como para sus familias, para Chile y para el mundo entero ha sido llevado a la pantalla con un rigor maravilloso y se proyecta como una espléndida lección de coraje, solidaridad y entrega por parte de los familiares y del Gobierno chileno. Es toda una lección de vida y optimismo para situaciones extremas. Fue  esta una operación milagrosa de salvamento, sin parangones en la historia.

Colombia como Chile son países mineros y en nuestro país son noticia diaria las muertes de quienes se atreven a penetrar en el corazón de la tierra. La situación del sector carbonífero en Colombia está hoy como el color del mineral: negra.

La locomotora minero-energética no ayuda a la crisis pues nunca arrancó, dicen los expertos. Valdría la pena que se revise el tema pues un sector que produce tantas divisas (cerca de cuarenta mil millones de dólares en los últimos cinco años) debe tener más apoyos crediticios y planes de salvamento financiero, rebajas de cánones superficiarios y medidas de rescate, en virtud de que si se recupera la producción minero-energética se recuperan muchísimos más dólares que ingresan al país.

De otra parte, la salud ocupacional y la seguridad industrial minera, necesarias para garantizar la óptima extracción han mejorado en los socavones, progresivamente,  pero se requieren mejores niveles siempre y cuando se comprometan tanto el Gobierno como el sector minero, de manera conjunta, dado que adelantar procesos mineros ha derivado, per se e históricamente, en demasiadas muertes: la misma cinta nos revela que al año mueren en el cumplimiento de su deber doce mil mineros en el mundo entero. El oficio de minero es, indudablemente, una actividad de alto riesgo.

 

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Adenda

 

Laureano Gómez hubiera calificado a Nicolás Maduro de "cernícalo": un ave rapaz de torpe y traicionero vuelo.

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