“Urge que soluciones digitales sean de obligatorio cumplimiento”
Opinión orbital
Indefensos e incomunicados
CON el alma en vilo los colombianos hemos vivido o mejor sobrevivido esta última semana por cuenta de imprudencias de un general y la falta a su palabra por la guerrilla terrorista de las Farc. También, por qué no decirlo, por carencia de capacidad de respuesta de nuestro gobierno a situaciones de crisis que, como en el caso que comentamos, se agravan peligrosamente cuando se produce una concatenación de circunstancias adversas, como la del demencial atentado faraco a un sitio emblemático de nuestro turismo nacional, la isla de Gorgona, cobarde y despiadadamente atacado por esa guerrilla.
Lo único claro son las extrañas situaciones que han rodeado los dos lamentables hechos, con denominador común: indefensión e incomunicación de las dos regiones con el resto del país, especialmente con el centro de las decisiones nacionales. En el caso del secuestro del despistado General estas características se tornan imperdonables. Si éste hubiera estado bien pertrechado y en comunicación permanente con sus superiores, habría podido consultar oportunamente su descabellado empeño y, seguramente, lo habrían podido disuadir o, al menos, acompañarlo en el desenvolvimiento del episodio.
De igual manera un sistema en línea de "alertas tempranas" hubiera servido para monitorear la situación de extrema vulnerabilidad en que se hallaba la estación de policía y, asimismo, el servicio de guardacostas habría podido detectar los sospechosos movimientos en la travesía de tres horas por mar abierto de los piratas insurgentes. Y aunque parezca absurdo lo propio también es válido para las Farc que se demoraron varios días para verificar la culpabilidad y dimensión de ambos ataques y que alegan desconocer los movimientos militares en las zonas diseñadas para la entrega y esto le ocurre a una banda que se precia de usar tecnología de punta.
Estas reflexiones las escribimos no sin reconocer que jamás en la historia reciente del país ha existido un gobierno nacional más preocupado por conectar y comunicar a sus ciudadanos. El esfuerzo ha sido colosal pero, como se ve, insuficiente.
A riesgo de parecer inoportunos, queremos aprovechar estos lamentables sucesos para insistir en la necesidad de institucionalizar el acceso digital de todos los colombianos a la Sociedad de la Información. Esta ambiciosa meta solo se logra mediante la digitalización de los objetivos y las estrategias del Plan Nacional de Desarrollo como un todo, aprovechando que en esta misma semana ha comenzado su discusión en el seno del Congreso. Estamos convencidos y así se lo hemos reiterado en varias oportunidades al dinámico y visionario ministro de las TIC, Diego Molano Vega: este es el único camino para convertir a Colombia en un Estado Digital, al igual que lo han hecho y logrado los países más avanzados del sudeste asiático, con Singapur y Corea del Sur a la cabeza.
Una oportunidad para convertir esta necesaria y urgente digitalización en una verdadera política de Estado, en donde las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones son el eje trasversal de nuestro desarrollo. Convertidas así las TIC en un "bien público", de obligatoria aplicabilidad en todos los ministerios, gobernaciones y alcaldías, el desarrollo será integral y armónico.
En Planeación Nacional hay un funcionario como Simón Gaviria que conoce a cabalidad las bondades y ventajas de las TIC. Es una verdadera oportunidad de oro para hacer este cambio político y tecnológico. Confiemos en que estos dos altos funcionarios, bajo la batuta del Presidente, quien es un excelso comunicador, lo hagan.