OPINIÓN ORBITAL
La política del caos
Cuando en el ejercicio de la política no se construye confianza y credibilidad es muy difícil que los acuerdos que se pretenden logren finalmente su cometido. Esto es, precisamente, lo que está ocurriendo con nuestro vapuleado proceso de paz. En esta dirección la semana pasada comentábamos los acertados consejos de un experto mundial en negociaciones, consejos que nos ponían en evidencia que los negociadores en La Habana están haciendo todo lo contrario.
Los tiempos que corren -quizá por la omnipresencia de los medios digitales- están convirtiendo muchos escenarios políticos en juegos absurdos y de demenciales acrobacias en donde los avivatos tratan de ganar espacios antes vedados para ellos, basta pasar revista a muchos de los acontecimientos críticos tanto en nivel nacional como internacional.
En Colombia, primer ejemplo, la guerrilla faraca cada día nos sorprende con actitudes y comportamientos delirantes que son verdaderos despropósitos. Los ataques a la infraestructura petrolera son golpes directos al corazón de una población vulnerable. Pero esto no parece desvelar a los terroristas criollos cuya lucha de cincuenta años no ha sido propiamente una cruzada social sino un interesado empeño económico que ha sabido convertir en la organización terrorista narcotraficante más rica del planeta.
Un segundo ejemplo son las elecciones para Alcalde Mayor de Bogotá. Todo parece apuntar a que lo único claro es que Clara salga elegida. La candidatura de un hombre serio como Rafael Pardo sería, según las malas lenguas, la carta de garantía santista para pagarle al Polo las deudas bogotanas de la reelección. Con jugadas como esta es muy difícil que Pardo haga buena cara y que Peñalosa se convierta en inquilino del Palacio Liévano.
Un tercer ejemplo de este caótico juego de la política contemporánea lo constituyen los griegos, allí donde nació la democracia. Un loco de atar como evidentemente lo es el primer ministro Tsipras ha decidido desafiar e insultar a los europeos y está poniendo en serio peligro la supervivencia de la zona euro. Que se salga con la suya está por verse.
En menor escala pero igualmente volátil es la situación de la política española, en donde la tradición bipartidista está en serio peligro ante el surgimiento de dos tendencias emergentes pero con calado popular cada vez mayor, como son Podemos y Ciudadanos. Mediante “acuerdos de investidura” esas minorías están poniendo en serios problemas al gobierno Rajoy y la unidad socialista.
Para completar el panorama en los escenarios electorales de las presidenciales norteamericanas ha irrumpido aparatosamente el destemplado y egocéntrico Donald Trump, insultando a diestra y siniestra a mexicanos y a asiáticos y, lo que es peor, reclutando seguidores en la extrema derecha.
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Adenda
Y si en la política llueve, en el fútbol no escampa. También está claro que en nuestra selección nacional habrá que hacer cirugía de alto turmequé y realizar los cambios que sea menester.