Ernesto Rodríguez Medina
¿Vender el saldo de Telecom?
Esta semana se planteó en la revista Semana la problemática de la participación del Estado en Telefónica y la posible intención de venta del Estado colombiano. Por supuesto que esta decisión pasa primero por resolver el entuerto de la reversión de la red celular, pues cuando se calculó el 30% de la nación seguramente se supuso que la red era de propiedad de la operación móvil en manos españolas, pero ahora resulta que era de la nación, con lo cual o bien se paga a la nación el valor de dicha red que resulte del proceso de arbitraje que ojalá acoja el ministro Luna o de la conciliación que se haga con todos los riesgos que ello implica, o bien con dicho valor se puede considerar un aporte de la nación mayor en la empresa y rebarajar los porcentajes.
Esta segunda opción tiene la virtud de que seguramente resulte que la nación, con su 30% más el valor de la red sea el participante mayoritario en la empresa, con lo cual podría salir a vender en subasta este activo obteniendo mucho más valor que si sale a vender una porción minoritaria donde habrá solo un posible interesado. Así que el tema del gran chicharrón de la reversión que advertíamos en pasada columna se conjuga ahora de una forma muy interesante y favorable para la nación si su intención es seguir las instrucciones de la OECD y eliminar su participación en esta empresa, y por esta vía lograr recursos fiscales importantes y mucho más valorizados en un eventual proceso de puja.
Así pues, queda ahora en cabeza del ministro Cárdenas mirar el detalle de los números y en cabeza del ministro Luna tomar decisiones sobre el futuro de la valoración de la reversión y de la forma más segura y redituable para el Estado de proceder al respecto. Esta es una oportunidad única, pues en el pasado se ha visto cómo los capitales estatales se diluyeron en casos como los de ETB y Telecom en Comcel o de la UNE y especialmente la ETB en Colombia Móvil, y cómo la famosa Ley Echeverry que capitalizó Colombia Telecomunicaciones dejó un sabor algo amargo pues muchos consideraron que por esa vía se tomó responsabilidad de deudas que eran ya de los españoles.
Finalmente, debemos manifestar que el equipo de Telefónica humano, en cabeza de su presidente Alfonso Gómez, es otro importante activo que valoriza la empresa y seguramente garantía de continuidad del servicio para los usuarios sea cual sea el escenario que se decida.
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Adenda
La debilidad principal del proceso de paz radica en la necesidad de llegar a un acuerdo con una guerrilla cruel, cínica y mentirosa. Y el mayor problema es la absoluta falta de confianza que los terroristas le generan al país y, desde luego, también es un agravante que Santos parece convencido de que con la diplomacia puede suplir las graves falencias del proceso.