ERNESTO RODRÍGUEZ MEDINA | El Nuevo Siglo
Sábado, 27 de Julio de 2013

Una autoridad desatinada

 

En  el tema del Canal Uno, la Autoridad Nacional de Televisión -ANTV- con la "asesoría" de la Universidad Nacional, que como hemos demostrado pretende ser banca y estructurador jurídico sin serlo, y como era de esperarse, salió con una solución que pretende ser salomónica pero que está en contravía del  marco legal vigente. Esa solución genera incertidumbre, no resuelve el tema de los actuales concesionarios de espacios, al simplemente prolongarles la angustia. De paso vulnera el derecho de los potenciales interesados en la licitación de espacios que tienen intereses legítimos. Se burla de las expectativas frente a una posible licitación, basadas en  unos derechos protocolizados por el mandato legal de abrir la licitación de espacios seis meses antes del vencimiento de las actuales concesiones, o sea, el 1º de julio, que ya pasó.

Lo anterior implica que la prórroga que no es prórroga, pues la ley las prohíbe para estos casos, que la ANTV ha llamado coloquialmente como ampliación, queriendo disfrazar al lobo de oveja frente a los organismos de control, por un período de 40 meses. Lo hace  con el argumento de que no es posible evaluar hoy las condiciones para una concesión, dejando el problema vivo y el difunto con el respirador artificial, como para que el chicharrón le toque al siguiente gobierno. En el entretanto se arriesga a que un interesado en la licitación coloque una acción de tutela, o  de cumplimiento o similares para que se abra ya la licitación de espacios tal como ordena la ley. O también que  se demande la prórroga simulada como ampliación, por ser también contraria a ley, "enredando aún más la pita" en esta maraña en  que nos han metido la ANTV y la Universidad Nacional.

Aún están a tiempo de reconsiderar esta decisión y corregir el rumbo, haciendo todos los esfuerzos para que la licitación se abra y lleve a cabo en un tiempo prudencial. Tres o seis meses de desfase son razonables, pero  40 no son para nada presentables y ya seguramente más de un afectado estará moviendo a los entes de control por este tema.

 

Adenda uno

 

Cambiando de tema, el embeleco de las frecuencias y el desorden en los estándares para la transición a la televisión digital no los entiende nadie y la ANTV aquí tampoco toma cartas en el asunto. La mayoría de usuarios accedemos a la televisión abierta en nuestro paquete de cable, pero allí nos meten una señal análoga que no permite tener la calidad y la definición de la señal que los operadores de TV abierta públicos y privados transmiten en digital, con lo cual ni el estándar DVB T que se estableció hace años ni el reciente DVB T2 servirán para nada, hasta que la ANTV no defina que estas señales de mayor calidad son las que deben incluirse en la parrilla de los cableros. O si no, que la ANTV exija a los cableros, que instalen a los usuarios el conmutador y antena para poder ver la señal aérea digital de los canales públicos y privados ya que ellos no la incluyen. Esto lo manda la ley. ¿Dónde está la vigilancia y el control de la ANTV en esta materia? RTVC acaba de asignar una importante cantidad de recursos para digitalizar su red, pero esta plata invertida terminará siendo un elefante blanco si no se toman cartas en este asunto.

 

Adenda dos

 

¿Será que la demanda promovida por los miembros de junta de la ANTV para sacar al ministro de su  junta directiva prospera y sale antes de que se resuelva el lío del Canal Uno? ¿Y qué pasó con la elección del remplazo del representante de las universidades?

ernestorodriguezmedina@gmail.com