Hacia una cuarta generación
El señor ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC, Diego Molano Vega, está dejando su impronta con una gestión brillante y modernizadora, al desarrollar estrategias de capacitación y masificación digitales. Ha popularizado la entrega de terminales a la población estudiantil y a la de menos recursos. Está promoviendo el desarrollo de contenidos y aplicaciones en todos los sectores y en todos los niveles y como cabeza visible de la Comisión de Regulación de las Comunicaciones, CRC, se ha empeñado en una regulación cada vez más eficiente y oportuna, con el fin de neutralizar o por lo menos reducir los efectos nocivos producidos por operadores dominantes.
Uno de los elementos claves de este singular andamiaje es el de las redes de acceso móviles. Es fundamental ampliar la capacidad de espectro radioeléctrico que se debe asignar a los servicios móviles, que dicho sea de paso, ya cubren casi la totalidad del territorio nacional. Servicios que demandan cada vez más capacidad, pues los "usuarios digitales" no sólo realizan llamadas de voz sino que como avezados internautas son visitantes cada vez más frecuentes de las redes sociales.
Pero no es menos cierto que todos estos navegantes sufren a diario los graves problemas de calidad que hoy se presentan en todas la redes móviles, desde luego con mayor intensidad en las más "saturadas". Al abrir las compuertas de una nueva generación, -la tan anunciada y esperada "cuarta generación o 4 G- el Estado da mayor capacidad y disponibilidad espectrales, pero a cambio deberá exigir en contraprestación mejor calidad en todos los servicios celulares, sean de la generación que sean. Desde luego que los operadores tendrán que hacer más inversiones, pero sus ganancias también serán mayores.
El Gobierno ha venido trabajando muy bien todo este proceso y está muy comprometido con su éxito. Proceso técnico, objetivo, transparente. Todo esto a pesar de los palos de rueda malintencionados de quienes no quieren que se amplíe la torta, pero no han sabido disfrutar y compartir la que hoy tienen. En todo caso el Mintic, como buen boyacense, sabe que se está jugando el pellejo, pero que en estas lides nada le espanta. Y al final del día podrá contar con buenos recursos para ampliar socialmente las bondades y ventajas del cambio digital.
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Adenda
Cuidado con el proceso de paz. Mucho opinador y poca opinión seria y constructiva, pero sobre todo sincera. Menos optimismo y más realismo, y por parte de los faracos menos cinismo. ¡Ahora resulta que les quedaremos en deuda! Ellos son las pobres víctimas y el Estado el victimario.