El mundo está transformándose y en el presente siglo existe un afán de limpiar la tierra de partículas contaminantes como CO2 que producen el efecto invernadero. La energía fósil proveniente del petróleo, gas natural y carbón tiende a desaparecer antes del 2030 según informes de la ONU, pues se predice que las reservas van a agotarse hacia 2050, lo que hace que el mundo aceleradamente se vaya encaminado hacia las energías renovables como son: la solar, eólica, maremotriz, undimotriz, geotérmica, hidroeléctrica, biomasa e hidrocarburantes.
De las anteriores la más probada, practica, permanente, menos costosa y más eficiente es la energía solar producida por los rayos ultravioletas sobre paneles fotovoltaicos de silicio, que por medio de pequeñas celdas cargan baterías acumulables abasteciendo energía estable.
En Colombia la ley 1715 de 2014 promueve e incentiva las iniciativas para el uso de energías limpias, ofreciendo generosos beneficios tributarios a quienes las suministren y a quienes las usen, además dando la posibilidad de ingresos para aquellos que produzcan mayor acumulación de energía solar, por medio de contadores bidireccionales que son receptados por las empresas distribuidoras de energía, pagando a los proveedores por esos kilovatios suministrados.
Las energías limpias son un reto para el futuro inmediato, un gran negocio para aquellos que tengan visón de futuro, un aporte maravilloso para la conservación del planeta, es montarse sobre el lomo de las nuevas tendencias y serán un alivio a la economía de los hogares, negocios e industria.
Es una gran oportunidad para los alcaldes entrantes promover energía solar para las nuevas viviendas, el comercio y la industria, así mismo para el alumbrado público y a su vez dar un ejemplo ecológico acondicionando sus propios edificios y hospitales con energías limpias.
De hecho los vehículos eléctricos ya ingresaron al país y en las dos décadas siguientes se pronostica que el 90% del parque automotriz mundial será a energía limpia, por lo pronto Bogotá ya presentó su primer bus totalmente eléctrico y la proyección es que en este cuatrienio la renovación del equipo automotor del transporte público, sea eléctrico y para ello la energía solar por su bajo costo del kilovatio será la alternativa.
Debemos cuidar nuestro hogar común, aquí nacimos, vivimos y morimos, dejamos una descendencia que merece vivir mejor con un medio ambiente limpio, sin contaminación, siendo el mejor legado para nuestras futuras generaciones. De ahí la enorme responsabilidad de los gobiernos y la clase dirigente de este país, en concientizarse sobre el inminente cambio de fuentes energéticas contaminantes hacia las energías limpias renovables, que son la alternativa del planeta para una mejor calidad de vida.
Esta década que se inicia es el comienzo de un cambio sin precedentes, en un país como Colombia, que tiene el mejor activo del mundo que son 5.4 horas diarias de sol que permiten acumular miles de kilovatios hora a un bajo costo de suministro mediante una inversión única de los paneles solares o de la energía eólica.