El portafolio de buenas intenciones aumenta capacidad con voluminoso desempleo en alza, que llega a un poco más de 2 millones 700 mil personas sin trabajo en el eje económico de 13 ciudades del país, y un tanto más, en crisis.
Los propósitos con promesas, sugerencias y estadísticas están en el filo de verdadera emergencia social, tras llegar el desempleo al 10, 8 por ciento disparado con fuerza en los últimos cuatro años.
Hay un oscuro contraste: por encima de las intenciones, crece desempleo y aumenta pasividad para crear fuentes de trabajo. Cada protagonista con responsabilidad gubernamental tiene discurso para salir del conflicto.
A Gobierno Nacional, Congreso, sector económico y expertos laboralistas, hay que recordarles que las acciones gestoras con hechos positivos son el único camino para integrar el rumbo básico humanitario, de 50 millones de colombianos.
EL país se enfrasca en el análisis por sectores, unos menos golpeados que otros y sus razones del caos; entonces se cae en debates que no llegan a nada, y en consecuencia el objetivo sigue sin tratamiento para encontrarle compuertas al trabajo.
Cada renglón productivo con recursos, aporte tributario y mano de obra tiene acentuada baja de ingresos en lo corrido del año, debilitados como consecuencia de la carga de obligaciones, entre ellas las financieras de acuerdo con pequeña y mediana empresa.
Es un frente que genera trabajo, sin algunos reconocimientos por estrechez en capacidad económica para responder en materia de salarios y prestaciones, reflejando inestabilidad en su planta de colaboradores.
La oportuna y reiterada solicitud de Fenalco al plantear, con argumentos, una Reforma Laboral en el país con cambios no solo en salario básico por regiones y jornadas laborales por horas, amerita estudio a fondo, tanto de sectores públicos como privados
Serían con absoluta validez, ajustes para que rijan en zonas sacudidas por abandono de hace años y carencia de servicios básicos, como Quibdó, Cúcuta, por migrantes vecinos y violencia en Catatumbo.
No pasan inadvertidos habitantes de Vichada, Guaviare, Guainía, Vaupés, Caquetá y Amazonas, cuentan para conservación ambiental y forestal, pero carecen de manufactureras y de servicios públicos eficientes para empleo.
No hay reacción a la propuesta, o interés para acelerar la convocatoria del Consejo Laboral de Gobierno, y así avanzar de manera gradual, evaluación de la iniciativa y sus más inmediatas reformas de ser analizada con atención.
Al citar una emergencia, no pasan por alto, recursos de centrales obreras y agremiaciones sindicales, dadas a recurrir a marchas y manifestaciones, legales, pero colindantes, con manos del vandalismo que infiltra.
Finalizando año, con amenaza de brote social por desempleo, solo queda decidir sin esperas, cómo se fomentará empleo urgente.