El dinero se estableció en la vida humana como algo indispensable para subsistir y para ser alguien, para adquirir bienes y desde luego poder. Si bien es cierto que el dinero es necesario, historicamente se ha venido convirtiendo, desde tiempos inmemorables en el principal objetivo de la vida. Sin dinero nada es posible, dice una sentencia muy antigua pero vigente.
Pues bien, si la plata es necesaria, no debe ser un fin, es un medio para lograr muchos propositos, para vivir comodamente, para tener posesiones, pero no es la panacea, no es lo unico que proporciona felicidad, sirve en su justa medida y ofece tranquilidad, pero apuntarle a la realización solo obteniendo dinero, es un desperdicio además de una esclavitud. El dinero así como sirve también es un verdugo que oprime, aliena tanto a las personas que muchos, pero muchos, viven sólo para conseguir dinero sin aprovechar sus beneficios y dejándose oprimir de la riqueza.
El exceso de dinero no ofrece tranquilidad absoluta, pues hay que cuidarlo, es perseguido por otros y así como da estatus, admiración, opulencia, también tiene enemigos. La persona rica por lo general es admirada y envidiada, pero tambien aborrecida, pues son mucho mas los pobres que ricos.
Pero tengamos claro esto, tener dinero no es malo, por lo contrario es un alivio a la vida, pero ser esclavo de la fortuna es una desgracia. El dinero es bueno para generar bienestar, disfrutar lo mucho que ofrece la sociedad, para alcanzar experiencias constructivas, pero tambien es perverso, muchas veces destruye personas, familias, sociedades y hasta países. La delincuencia se da por busca de plata, si no fuera así los ladrones y asesinos primordialmente no existirían, pues la mayoría de las muertes violentas se dan por eso: asaltos, robos, estafas, ventajas, etc. Y en todo esto esta vinculado el “dios” dinero.
No es mi intención devaluar el dinero, pues sé lo indispensable que es a la vida, pero si ubicarlo en su justa medida, entender que no debe ser el fin sino el medio, que es provechoso cuando circula y ayuda a mucha gente a combatir la pobreza y proporcionar mejores condiciones a los necesitados, pero la acumulación sin limites es un despropósito que termina dañando el alma.
Los peores males de la humanidad, como guerras, conflictos, muertes, delincuencia, etc., han sido por asuntos economicos. Hay familias destruidas por líos de plata, personas de bien arruinadas y cuántos se ha suicidado por deudas o ruinas. Total, el dinero es algo que todos requerimos, por eso es necesario obtenerlo, pero a su vez conservarlo, saberlo utilizar, servirse a si mismo, a los suyos y a los demás. Pero tampoco dejarse atacar por el demonio de la codicia y avaricia que destruye la tranquilidad y el alma de las personas.
Llegamos a este mundo sin una moneda en la mano y nos vamos igual, de manera que lo que hagamos y tengamos es para esta vida temporal. En la medida que entendamos esto podremos ser más felices.