“La médula está en la corresponsabilidad con la mujer”
En medio de las rosas, promociones y miles de mensajes que se compartieron en el ámbito del Día Internacional de la Mujer, que pasa ya por más de cuarenta años después de que hiciera su promulgación la ONU luego del grave incendio de la fábrica Cotton de New York, en el año 77, se tenía la inquietud por conocer cuál sería el planteamiento que hiciera la Vicepresidencia para esta fecha, en cabeza de la primera mujer que ocupa este cargo en Colombia, pues se trata de uno de sus acometidos y que por cierto recoge, en cifras del nuevo censo, a más de la mitad de la población.
Hoy en día cuando se quiere indicar, o casi que editorializar, una posición, un pensamiento o una situación se recurre al llamado hashtag, impulsado por Twitter y que ahora sirve de enlace entre las distintas redes sociales y sus participantes. En esta ocasión la Vicepresidencia movió “#MujerEsFuturo”, al cual se vincularon los distintos ministerios como manera precisa para indicar que es asunto de todos y claramente su política transversal.
En compañía de un grupo de mujeres, algunas empresarias, otras comunicadoras, varias dedicadas a fundaciones, algunas generales de la Fuerza Pública, las esposas de los presidentes e importantes trabajadoras de asuntos de gobierno, en acorde con “#MujerEsFuturo”, la Vicepresidencia lanzó el “Pacto por la garantía de los derechos de las mujeres en el Estado colombiano”, en consonancia con el Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad, como ha querido el presidente Duque identificar su gobierno y el Plan de Desarrollo.
El énfasis, entonces, está en esa articulación entre instituciones para “potenciar la calidad de vida y el bienestar de las mujeres colombianas”. En su preámbulo o considerandos, después de citar diez leyes asociadas además de la Constitución, se precisa el compromiso por el trabajo en las mismas condiciones, el derecho a la propiedad, la igualdad de oportunidades -por resaltar algunos - y a una vida libre de violencias, incluida una “cultura libre de sexismos” o, para entenderlo mejor, el derecho a la no discriminación por género.
Además del impulso a todas las estrategias que tengan este fin, una especie de columna vertebral o un espíritu se ha querido imprimir, que se traduce en la corresponsabilidad para realizar “acciones afirmativas”, entendidas también como discriminación positiva, que sencillamente es el trato preferencial, o la ventaja, que debería ser transitoria, mientras se logra la meta de equidad.
Sin embargo, creo que por el mensaje y la convocatoria, la médula del Pacto está en la corresponsabilidad con la mujer, no sólo institucional sino entre organizaciones y las mismas mujeres, sentadas en esa base que es el ejemplo y el aporte que puedan dar quienes han tenido experiencias, inspiraciones y posibilidades. De ahí que lo firman un grupo destacado de mujeres que digamos aquí se suman a un nuevo hashtag: “#MujerEmpoderaALaMujer”.
Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI