El gran perdedor | El Nuevo Siglo
Viernes, 22 de Agosto de 2014

Parece que hubo celebración, entusiasmo y champaña, acompañados de alborozo, fiesta y misa. “Señoras asistentes -dicen- estuvieron eufóricas y gozosas”. Juristas avezados, pronosticaron hasta enredos sumariales. Todo dentro de las cuatro paredes de un “reservado”. Con ese regocijo y ese desenfreno se festejaba la carta del procurador Alejandro Ordóñez inhabilitando a Edgardo Maya, para aspirar a la Contraloría.

En pocas horas la fiesta se aguó y dejó sin piso, la amenazante carta, que Ordóñez había enviado a los parlamentarios, intimidándolos con investigaciones disciplinarias, si votaban por un candidato inhabilitado para desempeñar la Contraloría. Era una carta que veladamente atajaba la aspiración de Maya Villazón. Advertía que elegirlo, anulaba la elección. Por la imaginación de muchos pasaron imágenes y actuaciones de Ordóñez, cuando se postuló para ser reelegido Procurador. En ese entonces cundió el pánico e intimidó a muchos congresistas que tenían “rabo de paja” o estaban incursos en delitos que dependían de Ordóñez. Así ganó la reelección, que se encuentra demandada, y  hoy, torpedeada para cambiar el veredicto final. Dios, Familia y Propiedad no lo permitan.

El “reservado” quedó desierto cuando los asistentes supieron, que los parlamentarios se habían sublevado y perdido el pánico a Ordóñez, porque “las votaciones de los congresistas son inviolables y no pueden ser objeto de investigaciones”. Así, la tesis del Procurador quedó por el suelo y Edgardo Maya Villazón es hoy el nuevo Contralor por abultada votación, que le da autoridad para entrar de lleno a trabajar por la paz y la vigilancia del posconflicto. La rectitud con la que ha actuado, en el Tribunal Superior de Bogotá, el Consejo de la Judicatura, la Procuraduría, y tantos cargos más, es garantía de su independencia y honorabilidad. Se trata de un hombre capaz, recto y de confianza para un país que busca pulcritud en el manejo de sus recursos y alcanzar el fin de un conflicto que lo desangra hace medio siglo.

Actitudes como las del procurador Ordóñez son las que se deben eliminar de una vez por todas, aprovechando las reformas políticas. Hay que acabar con los vicios de quienes quieren utilizar el poder vulnerando las normas, y aprovechando sus posiciones para eliminar adversarios. La Unidad Nacional tiene la llave para lograrlo.

Blanco. La refrescante pausa del fenómeno del Niño.

Negro. El peligro en que ha colocado la señora Cabal a Ángela María Giraldo. ¿Puede una persona así ser representante del pueblo?

gabrielortiz10@hotmail.com