El Mundial de diciembre (horrible un Mundial a final de año) será el más tecnológico de la historia. Y eso no es necesariamente bueno. Al menos no del todo. La innovación más reciente tiene que ver con la instalación de pequeños chips en los balones para determinar los fuera de lugar.
La promesa es que básicamente un partido del Mundial será casi que una película de ciencia ficción. Habrá, según informó la Fifa, doce cámaras instaladas bajo la cubierta del estadio captan los movimientos del balón y hasta 29 puntos de datos de cada jugador, 50 veces por segundo, para calcular sus posiciones exactas sobre el terreno de juego. Los 29 grupos de datos recopilados incluyen las extremidades y partes del cuerpo que se tienen en cuenta para señalar un fuera de juego.
¿Cómo se logrará tamaña magia? la pelota oficial, que ya fue presentada en marzo, llevará en su interior un chip que permitirá mejorar la precisión en los offside. La unidad de medición inercial (IMU por sus siglas en inglés) es un sensor que está en el centro de la pelota y envía un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de video.
Para rematar se cruzarán datos entre el chip en la pelota y las cámaras ubicadas en el campo de juego que analizarán las extremidades disparará una alerta a las autoridades arbitrales si la inteligencia artificial detecta que hay una posición antirreglamentaria al momento que el otro jugador golpea el balón.
Si las autoridades arbitrales en la cabina del VAR y el juez del campo de juego confirman la decisión de esta tecnología semiautomatizada, los datos de posición que captó en esa jugada le permitirán generar una animación 3D que detallará “a la perfección” la posición de las partes del juego cuando se ejecuta el balón.
La Fifa busca la justicia total en el fútbol. No importa que los partidos duren más de dos horas. El fútbol, ahora sí, dejará de ser humano. El error humano será eliminado del fútbol. Al menos el error que podían aportar los árbitros. En el discurso suena muy bien. Pero para los futboleros de toda la vida queda faltando algo.
No me molesta ser de la inmensa minoría. Pero soy de los que considera que, si el fútbol no es humano, no es un fútbol memorable. El error, y sonará muy idealista, hace que el fútbol haya trascendido culturas, haya trascendido idiomas. El error, para este servidor, es la razón por la que el fútbol pasa de generación en generación.