Como en una buena novela negra el Dr. Oliver Pardo, director del observatorio fiscal de la Universidad Javeriana se dedicó en un interesante artículo publicado en el periódico El Espectador el pasado martes 2 de junio a escudriñar dónde estaban exactamente los recortes que por $20 billones anunciaron con bombos y platillos por el gobierno.
Para tal efecto el investigador mencionado se sumergió en las complicadas aguas del decreto 0776 del pasado 20 de junio, por el cual se aplazaron varias apropiaciones del presupuesto nacional de la vigencia 2024.
El hallazgo más interesante de esta pesquisa del Doctor Pardo es que $8,2 billones de los $20 billones están representados en una partida que originalmente aparecía como gasto pero que ahora se sustituye por una ampliación del endeudamiento público.
En otras palabras, la cancelación que por $8,2 billón le iba a hacer el gobierno Nacional en esta vigencia a Ecopetrol se sustituye por la entrega de la misma suma a la petrolera, solo que ahora recibirá títulos de deuda del Gobierno Nacional (TES) en vez de un pago en efectivo.
Dicho en otras palabras: una deuda se sustituye por otra deuda, en este caso títulos de deuda pública del Gobierno Nacional llamados (TES).
La alquimia funciona perfectamente: Ecopetrol cambia una creencia por un título de deuda, pero obviamente esto no significa reducción del gasto público como se ha hecho creer. Ampliar el monto de la deuda no significa recortar el programa de gasto público, que es de lo que se trata.
Ampliando su argumentación el observatorio fiscal de la Universidad Javeriana agrega lo siguiente: “la única forma de recortar los gastos relacionados con el FEPC es reducir el subsidio al Acpm, lo cual debe hacerse para mejora la sostenibilidad de las finanzas públicas y mejorar la focalización del gasto.
Pero esto solo se verá reflejado en el PGN de 2025. En otras palabras, los $20,5 billones presupuestados en el presupuesto de 2024 corresponden a gastos ya materializados. Que los pague Ecopetrol, el Gobierno Nacional Central ahora o el Gobierno Nacional después (cuando venza los TES) es otra cosa. Pero en ningún caso constituyen una reducción real del gasto.
El departamento de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá conceptuó hace algunos días que el recorte mínimo para cumplir con la Regla Fiscal no era de $20 billones sino del doble: $40 billones.
Con esta operación cosmética que ha descubierto el observatorio fiscal de la Universidad Javeriana se sortea el escollo de acreditar un recorte por $20 billones que en realidad no es tal, pues el 40% del mismo no es otra cosa que canjear una deuda con otra con Ecopetrol.
Pero queda flotando otra pregunta no menos inquietante: ¿será suficiente para cumplir con la Regla Fiscal este año un recorte de $20 billones, 40% de los cuales no son otra cosa que el resultado de sustituir una deuda por otra?