Me parece importante que los dirigentes de las empresas hoy en día, bien sean presidentes, administradores, gerentes o directores, tengan la capacidad de analizar las oportunidades de negocio que se presentan, el momento en que éstas surgen y estudiar todos los elementos que confluyen para poder escoger bien, independientemente de lo prósperas que puedan parecer a simple vista. Adicionalmente de la necesidad de desarrollar proyectos es también menester, o incluso más importante, escoger la oportunidad para llevarlos a cabo.
Así mismo sucede en la vida, la administración y en las elecciones, y es precisamente esto lo que está sucediendo con el Censo anunciado por el actual gobierno. Ha escogido la peor fecha para realizarlo, pues las vísperas de las elecciones para elegir integrantes del Congreso de la República y el nuevo Presidente y vice Presidente de Colombia, no es ni a simple vista ni tras un análisis exhaustivo, el momento más oportuno. De hecho yo lo consideraría lo opuesto, especialmente si se tiene en cuenta, como está sucediendo, que se puede prestar para politizarlos y que se tejan distintas versiones de su intención. Pedir datos como claves y algunas otras en estos momentos además de que genera inseguridad puede ser bastante peligroso.
Los hombres de Estado no pueden equivocarse en decisiones como ésta, que pueden incluso llevar a versiones que aunque no sean ciertas dan para que los ciudadanos entren en desconfianza. Pero además, escoger una metodología tecnológica para desarrollar el censo, sin que la totalidad del país esté conectado a estos sistemas o tenga acceso a los mismos, es empezar con el pie izquierdo. Así es evidente que pronto se dirá no sólo que fue incompleto sino que se derrochó una suma considerable de dinero, como si los colombianos estuviéramos dispuestos a seguir gastando sin límites y sin conseguir totalmente los objetivos con los que se debe realizar el censo de un país.
¿Será que ya no se es capaz de tener claridad acerca de cuándo se deben hacer las cosas? ¿Es que no comprenden que en un momento donde los intereses de los políticos son las elecciones, no se deben realizar actividades que requieren neutralidad? Hacer censos que después se califiquen de politizados o manipulados no es oportuno. Que tristeza ver que nuestros dirigentes no tienen la capacidad analítica de poner de lado intereses oscuros y, al analizar las oportunidades, abstenerse de llevar a cabo acciones que polaricen aún más a los colombianos. ¿Acaso no se entiende que un censo es de todos y para todos y que tal como lo han programado se quedaría una gran parte del país sin participar en él?
Realmente creo que se deben recapacitar y aplazar este censo, teniendo en cuenta que no es la mejor fecha para realizarlo. Además, ya basta de dar motivos para que los colombianos nos polaricemos. Especialmente cuando la incertidumbre y la incredibilidad del gobierno están en su máxima expresión. Necesitamos más acciones que recobren la credibilidad y menos decisiones costosas en momentos inoportunos.