El canto de la esperanza | El Nuevo Siglo
Domingo, 7 de Febrero de 2021

“Cuando llegué al interior de muchas casas de la gente en Tasajera,  ver su pobreza, el olor y enfermedades…eso me marcó. Fue gente que llegaba a mi casa, nos llevaban pescado, nos cantaban. Un día dejé de pasar por la carretera y dije voy a entrar, vamos a trabajar por nuestra gente…me dolió mucho”.

Este es parte del conmovedor testimonio del maestro Carlos Vives tomado del programa Los Informantes, de Caracol Tv, en el cual relata, con voz entrecortada, las difíciles condiciones en que viven los habitantes de la Ciénaga Grande de Santa Marta, ese rico y amenazado complejo lagunar parte de la convención Ramsar, que junto a su gente le dan vida al mundo desconocido de Cumbiana.

Tasajera es un corregimiento de Pueblo Viejo, situado a 40 minutos de Santa Marta y Barranquilla. El mismo se ubica en cuarto lugar en pobreza monetaria y séptimo en pobreza multidimensional a nivel nacional. Sólo el 24% de la población termina el bachillerato y el 1% accede a la educación superior. La mayoría de casas están construidas con material reciclable y a pesar de estar rodeado de la Ciénaga, no cuenta con acueducto ni alcantarillado.

En ese contexto, Carlos, con su inagotable talento y un corazón profundo, junto a Claudia Elena Vásquez y su iniciativa Tras la Perla, creada para trabajar por mejorar la calidad de vida en Santa Marta y la región, no han ahorrado esfuerzo en hacer una efectiva cruzada por estas comunidades y el entorno en el que habitan por medio de un trabajo articulado con aliados como Conservación Internacional, Minambiente y Parques Nacionales, precisamente para intentar salvar la Ciénaga Grande y revertir los indicadores anteriormente descritos, implementando acciones concretas.

Y es que Cumbiana recrea un viaje a lo profundo, a lo tangible e intangible, a ese mundo de lo desconocido, de la Colombia anfibia que pretende por medio de la cultura, la historia, el arte y la música visibilizar un territorio lleno de dificultades, tradición y sueños, pero especialmente que busca mostrar e impulsar un lugar donde la esperanza domina el alma y corazón de los que allí habitan.

Me pregunto: ¿Cuántos pasamos a diario por Tasajera, hablamos de su pobreza y seguimos derecho? ¿Aparte de señalar lo que allí vemos, cuál ha sido nuestra corresponsabilidad con el territorio?

La implementación de una política pública comienza por identificar un problema, evidenciarlo y ponerlo sobre la agenda para ejecutar acciones, con enfoque y metodología, en un espacio con infinitas oportunidades para mejorar las condiciones de educación, habitabilidad, servicios públicos, salud, creación de unidades productivas asociadas a la pesca y el turismo, con un alto componente de conservación, y Cumbiana nos pone a soñar en ello.

Finalmente, en este país necesitamos cambiar la desesperanza por canciones que estimulen la movilización ciudadana para brindar soluciones, en el que se pueda contar las penas como Cumbiana, y que sus sueños sublimes, por siempre, se cuenten también, y como termina Carlos su relato diciendo: “es el comienzo de entender todo lo que somos y que esto empiece a cambiar”.