La minga indígena que partió del municipio de Caloto en el Cauca, y reunió a comunidades campesinas y afrodescendientes en el camino, llegó a Cali el pasado 12 de octubre en donde decidieron que su destino final sería la capital de la República con el fin buscar un diálogo con el Presidente sobre cinco ejes temáticos: tierra, autonomía, autonomía, paz y democracia.
Otros decían que venían a hacerle un juicio político o realizar un debate sobre incumplimientos de compromisos adquiridos. Los indígenas sostienen que en lo que va transcurrido del año van más de 40 integrantes de estas comunidades que han muerto de manera violenta. Hay que reconocer que ocupan territorios en donde hay presencia de grupos armados.
Las mingas son como un órgano colegiado, como una asamblea permanente de los pueblos indígenas que se agrupan en este caso en el CRIC. Por ello la posibilidad de reunirse con un grupo de sus autoridades no resulta viable porque su esencia es la de adoptar decisiones de carácter colectivo.
Como tuve oportunidad de acompañar y establecer en diferentes mingas del pasado, a pesar de que a Cali asistieron 7 ministros, que sin duda fue una presencia importante de representantes de diferentes sectores del gobierno nacional, los indígenas siempre reclaman la presencia del Presidente porque desconfían mucho de los funcionarios de los gobiernos por los incumplimientos reiterados de los compromisos que se han asumido con ellos a lo largo de los años.
En este caso el Gobierno ha informado que se han cumplido en un 80 por ciento los compromisos que se han adquirido con tales comunidades indígenas.
En cuanto a sus preocupaciones sobre el tema de la tierra, se manifiestan en contra de la economía extractiva porque afecta su derecho al medio ambiente; también tienen inquietudes sobre el derecho fundamental a la Consulta Previa, sobre lo cual el Gobierno viene preparando el proyecto de ley que busca su reglamentación.
Creemos que los indígenas que marchan deben desechar puntos de su agenda que son muy abstractos o ajenos a su problemática social. La propuesta de que el Gobierno adelante diálogos con el Eln no va hacer materia de acuerdos con ellos, porque esos temas no los va a discutir con los pueblos indígenas, y lo mismo lo que tiene que ver con la implementación del acuerdo de paz, lo cual no significa que no deba oírlos. Por tanto, las comunidades indígenas deben circunscribirse a puntos muy concretos y dejar de lado temas que hacen parte del debate nacional en escenarios distintos.
Así las cosas, debemos reconocer que la movilización de los indígenas se desarrolló dentro de los cauces de la normalidad, además dieron ejemplo de lo que debe ser una marcha pacifica ajena por completo al vandalismo; demostraron que se pueden adoptar medidas para evitar la infiltración en este tipo de movilizaciones. Lo propio ocurrió con el paro nacional del 21 de octubre en el que no hubo hechos de violencia que lamentar; pareciera que lo uno influyó en lo otro.