EDUARDO VARGAS MONTENEGRO | El Nuevo Siglo
Domingo, 24 de Marzo de 2013

Un paradójico lugar

 

Una de las grandes paradojas de la vida es que todos somos importantes y a la vez no lo somos, en una de esas complejidades que no comprenderemos si nos aferramos a la vieja idea de que las cosas son o no son.  Por aquellas cosas del ego, ese yo que no es falso pero sí temporal, algunas personas se empecinan en creer solamente la primera parte de la frase, y otras sólo creen la segunda.  Mientras unas se sobredimensionan, otras se subvaloran, cuando lo justo y necesario sería estar en el medio, andando en el filo de la navaja.

Muy probablemente somos en todo el universo las criaturas autoconscientes más pequeñas que existen.  De hecho, la Vía Láctea es una galaxia bastante modesta y nuestro sistema solar diminuto en comparación con otros; ni que hablar de la Tierra.  Pero muchas veces los seres humanos nos hemos auto concebido como el centro de la creación, a pesar de que la Edad Media terminó hace rato y el cosmos se nos va revelando cada vez más extenso, suscitándonos más preguntas que las respuestas que somos capaces de construir.   Esa importancia no sólo la creemos en escalas macro: también en lo micro -en la familia, la escuela, el trabajo-  a veces nos damos más importancia de la que tenemos. Nada más revise a su alrededor y se dará cuenta de que o usted se siente el rey de su feudo o alguien muy cercano así se concibe. Es lo que hay, ni bueno ni malo, simplemente lo que hay.

Claro que si se modificara el lugar que tiene la Tierra en el sistema solar habría caos, de la misma manera que ocurre un conflicto cuando no asumimos el lugar que nos corresponde en los sistemas micro a los que pertenecemos, madre, padre, hijo, hermano… Cada miembro de la familia es clave para que exista o no armonía, pero no es el único.  Es aquí donde la importancia individual empieza a relativizarse, pues no estamos solos ni somos le ombligo de la existencia.  El de al lado es tan importante como usted, como yo, sea cual sea el lugar que ocupe en un sistema familiar, organizacional o social. Es por ello que presumir no tiene sentido, pues la importancia no está en lo que se tiene o se hace, sino en lo que se es.  ¿Acaso la Tierra le presume a Plutón tener más tamaño, o que se llama planeta mientras que el otro ya no?

Somos criaturas pequeñas y fundamentales en el universo, interdependientes en la evolución de la consciencia: la de ocupar el lugar que a cada quien corresponde, para engranar armónicamente en la trama de la vida

@edoxvargas