EDUARDO VARGAS MONTENEGRO | El Nuevo Siglo
Domingo, 9 de Marzo de 2014

Voto consciente

 

Esta  noche sabremos en Colombia cómo queda constituido el Congreso de la República. Cada que hay elecciones en nuestras democracias nos enfrentamos a ver la realidad de lo que hay, y tenemos por delante otros cuatro años -o cinco o seis, dependiendo del país- para lamentarnos por los elegidos. Los comicios electorales son reflejo de lo que hay en una nación, de la consciencia colectiva sobre lo público, como también de la apatía que se retroalimenta por los años anteriores de frustraciones, engaños, promesas sin cumplir y de afortunadas excepciones que nos reconcilian con nuestros sistemas electorales.

La democracia es bastante imperfecta y presenta muchísimos riesgos de fraude, bien conocidos por quienes lo cometen y que van perfeccionando elección tras elección. Pero con todo y su imperfección es lo que tenemos y considero que es mejor participar por acción que por omisión. En estos tiempos en que los discursos sobre los derechos son cada vez más visibles, y en buena hora, se nos han empezado a envolatar los deberes, posiblemente porque cumplir con el deber nos saca de nuestras zonas de confort. 

Para muchas personas, infortunadamente miles, el voto de hoy ha tenido un precio, que puede ir desde el efectivo en la mano, hasta la teja o el ventilador, generalmente dañado, que el politiquero de siempre no tiene reparo en ofrecer.  Otras aún no saben por quién van a votar y a lo mejor durante el día no tengan gran interés en hacerlo. Son pocas quienes han hecho un ejercicio juicioso de las candidaturas y han identificado sus mejores opciones, que por supuesto incluyen el voto en blanco. Lo cierto es que hoy tendremos una radiografía de este país. 

La consciencia pasa por la política, esa dimensión humana que nos atañe a todos, pero que cada quien desde sus razones y experiencias puede considerar más o menos ajena. Un voto inconsciente genera unos cuerpos colegiados inconscientes: lo que es en lo micro es en lo macro. Por ello hoy le invito a que ejerza su derecho de elegir y su deber de construir país con plena consciencia. Si su voto es consciente, usted podrá pedirle cuentas a esa persona por la que votó; ella estará obligada a rendir informes de su gestión, como tan diligentemente lo hacen algunos pocos parlamentarios. 

Si su voto es consciente, gane o pierda, tendrá más derechos para exigir y más posibilidades de decidir el rumbo de un país. Ya veremos qué niveles de consciencia triunfaron, altos o bajos, si hay más de lo mismo o verdaderamente somos capaces de generar esa renovación política tan cacareada, o si nos quedamos pensando con el deseo y no logramos pasar a la acción.

@edoxvargas