Guillermo Gaviria Echeverri
Me impresionó hasta conmoverme la información que acabo de leer en El Nuevo Siglo en el sentido de que el empresario antioqueño Guillermo Gaviria Echeverri, fundador del diario El Mundo de Medellín, fue llamado a juicio por una fiscal especializada, dentro del proceso que el propio doctor Gaviria solicitó que se iniciara, con ocasión de las acusaciones de un exjefe paramilitar.
El Ministerio Público había solicitado el archivo del proceso, pero la fiscal del caso dictó resolución de acusación contra el doctor Gaviria, quien afirma, sin embargo, en el comunicado de prensa conocido ayer que la Fiscal 51, en acto de obcecación, desacató la ley y la jurisprudencia tanto de la Corte Constitucional como la de la Corte Suprema de Justicia. Por ello considera que la decisión de dicha funcionaria es arbitraria
Por el conocimiento que a través de la vida he tenido del distinguido empresario antioqueño, yo le creo. Y pongo en, en cambio, en remojo, el testimonio del bandido. No será la primera vez que sujetos de esta calaña, mientan, en espera de gracias judiciales que obtienen por enredar a personas de bien. Sucedió en mi departamento, donde se les dio crédito a los bandidos hasta el punto de darle validez a la tramoya que montaron en Santa Fe de Ralito, bajo la orientación de Mancuso; tramoya que sirvió para enjuiciar y condenar a personas totalmente ajenas al concierto para delinquir de que se les acusó.
Espera el doctor Gaviria Echeverri que los jueces que conocerán de la apelación que interpuso contra la providencia que lo acusó hagan un análisis integral de las pruebas y alegatos presentados por el Ministerio Público que había pedido archivar el proceso, “por considerar gaseosas y contradictorias las denuncias hechas por el jefe paramilitar“. Así lo esperan también su familia, sus amigos y en general el pueblo antioqueño que bien conoce a este importante líder empresarial.
Defender a un hombre probo resulta un deber ético insoslayable. Yo asumo ese papel, además, con satisfacción, pues cómo no recordar sus magníficos debates en la Cámara de Representantes como vocero del liberalismo antioqueño. Sus intervenciones fueron lúcidas y valientes y dejaron huella edificante en el Congreso Nacional.
El haber fundado y dirigido el diario El Mundo ha sido, tal vez, su mejor realización. En ese periódico, fiel al pensamiento liberal, fiel a las causas grandes de Antioquia, fiel a la democracia, colaboran prestantes columnistas de opinión. Yo tuve el honor de publicar durante algún tiempo mi columna Tomando Nota en sus páginas editoriales.
Duele que tan prestante dirigente esté pasando por el momento duro que atraviesa. Con todo, la justicia ha de brillar y estoy seguro de que muy pronto celebraremos la buena noticia de que su inocencia será reconocida por los jueces y, en ese sentido, participamos de su confianza en que así ocurrirá.