EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 11 de Agosto de 2011

Gobernadora de Córdoba habla claro…


“Un Departamento golpeado por todas las formas de violencia”


PENSABA  reanudar mis colaboraciones a los periódicos en los cuales escribo sólo a mi regreso de España, pero de ninguna manera había optado por desconectarme de los acontecimientos de mi país, y no fue la agresión del popular ‘Bolillo’ Gómez contra su compañera ocasional en un bar bogotano -¡hecho violento y condenable desde todo punto de vista!-, el que determinara la interrupción de ese propósito anunciado, sino las masacres ocurridas en Córdoba y las cuales, pese a su gravedad, no han merecido la misma atención en nuestros medios capitalinos que la del episodio protagonizado por el entrenador de fútbol.


Contrasta, además, la noticia de las matanzas en dicho Departamento, con las buenas calificaciones recibidas por el Gobierno central en cabeza de su Presidente, pues más allá de los merecidos elogios recibidos y de los altos porcentajes de popularidad que rodean al Primer Mandatario de la Nación, los hechos ocurridos en Córdoba demuestran que en materia de orden público el Gobierno del presidente Santos se está rajando en esa región del país y, dada su magnitud, tales hechos no pueden quedar subsumidos por los porcentajes del optimismo nacional que se respira según las encuestas.


Si Córdoba pertenece a Colombia y si el espíritu prevaleciente es el de la Unidad Nacional, pues hay que ponerle mayor atención a un Departamento que ha sido golpeado por todas las formas de violencia aparecidas en los últimos 20 años. En esa apreciación, tiene toda la razón la gobernadora cordobesa, Marta Sáenz Correa, quien la ha emprendido contra el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, representante del presidente Santos en el manejo del orden público en el país. En sus glosas, expresadas con sincero y acaso desabrochado estilo, la Gobernadora censura la actitud del Ministro de Defensa de no querer mantener un diálogo directo con ella sino a través de sus asesores, para tratar tan delicado asunto.


Este reparo pone de presente una vez más el poco respeto que se tiene desde Bogotá por la provincia colombiana, apenas tenidas como banco de votos y no como componentes necesarios de la integración nacional. Pues ésta sólo puede preservarse a futuro si los principios de igualdad y no discriminación, consagrados como derechos fundamentales de las personas, se trasladan también a las regiones en sus relaciones con el Gobierno central.


En verdad, ese respeto por la región, que en la España que visitamos se llegó a consagrar mediante el régimen de autonomías, en Colombia se disfraza con medidas aparentemente descentralizadoras que resultan no serlo, como la tal Ley de Ordenamiento Territorial, ya criticada en una de nuestras anteriores columnas.


Van mas de “trescientos asesinatos en lo que va corrido del año”, puntualizó la Gobernadora de Córdoba para exigir que se deba hacer más por la paz de sus gobernados en esa región colombiana.


Ojalá el presidente Santos demuestre -y sabemos que los principios de Buen Gobierno lo inspiran para ello-, que la Prosperidad Democrática no se puede dar sin seguridad ciudadana. Y en Córdoba, esta seguridad no existe, señor Presidente. Lo dicen los hechos.
edmundolopezg@hotmail.com