EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Junio de 2014

TOMANDO NOTA

La paz y las víctimas

El   reconocimiento de las víctimas por las Farc es, ciertamente, un paso adelante. ¿Pero  por qué no se ha  firmado un acuerdo de respeto al DIH, en la Mesa de Negociaciones de La Habana, para evitar que haya más víctimas de secuestros, de minas antipersonales, de ataques a la población civil, o de falsos positivos, mientras se adelanta el proceso de paz? 

¿Cuántas nuevas víctimas de hechos atroces caerán en los campos de Colombia, en un día, en una semana, en un mes, en un año? ¿Será ético responder que también las nuevas víctimas serán reconocidas, en cambio de procurar que no haya más muertos, más lisiados, más desparecidos, mientras se discute  la agenda de  paz?

Por mucho tiempo esperamos que el presidente Santos, apoyado por mi partido, y sus asesores, entendieran la importancia de incorporar como premisa del proceso de paz, el respeto a al DIH, y en cambio, nos llamó la atención que el candidato del Centro Democrático, doctor Óscar Iván Zuluaga, en la alianza programática que firmó con la exministra y excandidata Marta Lucía Ramírez, hubiera colocado, como condición para proseguir el proceso de paz,  que se adquiriera  el compromiso por las Farc de no cometer más actos violatorios de los derechos humanos y del DIH, pues eso significan las exigencias que públicamente ha hecho, pero las cuales, en nuestro concepto, deberán  traducirse en un acuerdo mínimo humanitario en la Mesa de Negociaciones de La Habana.

Quienes hemos propuesto, desde hace 30 años, humanizar la guerra mientras llega la paz, (con el expresidente López Michelsen -q. e. p. d- a la cabeza), no podríamos asumir la posición sectaria partidista de negar el acierto que ha tenido el doctor Zuluaga de  plantear que el proceso de paz se recomponga bajo la égida de esos principios humanitarios,  consagrados en los Convenios de Ginebra y en el Tratado de Roma.

Dentro de esa misma perspectiva, es un despropósito sostener, como lo ha hecho la líder de izquierda democrática, doctora Clara López, y también el expresidente Gaviria, que  tales exigencias se erigirían en obstáculos para lograr la paz en Colombia, por la imposibilidad de cumplirlas… (?). En cambio, tenemos la clara percepción de que precisamente el actual proceso de paz no se ha aprestigiado ante pueblo colombiano porque se ha adelantado bajo la tolerancia de la violación del derecho humanitario. En mi condición de liberal considero, como un error, que las directivas de mi Partido no hayan exigido enmarcar el proceso dentro de los principios y exigencias del DIH; tanto más cuanto su filosofía está inspirada en el respeto al derecho humanitario, actitud desconocedora, además, ¡oh paradoja!, de sus propios logros: como la Ley de víctimas,  cuya aprobación celebramos con alborozo, en su momento.

edmundolopezg@hotmail.com