TOMANDO NOTA
¿Democracia espuria?
Se ha presentado a consideración del Congreso, según editorializó El Nuevo Siglo en fecha reciente para ponderarla, la iniciativa legislativa de reformar la Constitución Política en el sentido de volver a la circunscripción regional para integrar el Senado de la República. El proyecto, atribuido al representante Telésforo Pedraza, se ha presentado en momentos en que los partidos conforman sus listas cerradas o abiertas para las elecciones del año próximo. Sin embargo, el proyecto del doctor Pedraza -uno de nuestros mejores parlamentarios-, no alcanzará a ser aprobado antes de las elecciones, dadas las exigencias reglamentarias, pero bien vale la pena recabar sobre su trascendencia, en cuanto a los efectos que traería en nuestra democracia -de ser acogida algún día-, porque la de hoy puede afirmarse que es una democracia espuria en cuanto el gran porcentaje de votos que se deposita en las urnas es producto de la compraventa y no de la convicción política o moral del elector. En efecto, basta hoy tener abundante dinero y no propiamente buenas ideas, para hacer campaña en todo el territorio del país, con el alto costo que se deriva contra la unidad nacional el sistema de integrar el Senado de hoy, pues desde la fundación de la República el derecho de representación de los departamentos del país se garantizaba mediante el procedimiento electoral de las circunscripciones regionales para integrarlo. ¡Hoy hay cinco departamentos sin curules en el Senado!
A sabiendas, además, de que el procedimiento electoral de la circunscripción nacional ha sido una de las mayores fuentes de corrupción desde cuando el constituyente de 1991 la estableció, Gobierno y Congreso se han cruzado de brazos; complementado con el otro procedimiento electoral no menos nocivo -el tal voto preferente-, que también es un mecanismo de selección donde “don dinero“ aparece como protagonista principal.
La contrarreforma debe constituirse en propósito fundamental, pero nos damos cuenta de que sus beneficiarios ocupan el mayor número de curules en el Senado, donde ciertamente no habría manera de tramitar una iniciativa tan conveniente como la del representante Pedraza. Pensamos, sin embargo, que puede incorporarse como punto de acuerdo político en las negociaciones de paz de La Habana, sometiéndola también a referendo, porque si queremos construir una paz sostenible, acabar con las fuentes de corrupción debe elevarse a objetivo común, en orden a fortalecer nuestro sistema electoral.
Por estos días en que se recuerda al expresidente López Michelsen, debemos decir que siempre fue partidario de suprimir la circunscripción nacional para integrar el Senado de la República, y , como nosotros, en numerosos artículos de prensa, consideró un error del Constituyente de 1991 haberla establecido.
Esa contrarreforma debería constituirse en bandera de todos los partidos, pues no es ajeno al desprestigio de éstos la aplicación de los mencionados métodos electorales para elegir a determinados servidores públicos. Pensemos, entonces, más allá de las listas cerradas y abiertas ¡si queremos depurar la política! edmundolopezg@hotmail.com