EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 6 de Septiembre de 2013

Nacimiento de un nuevo país…

 

Cuando  hace ya bastantes años se debatí la problemática agraria  en el contexto de la realidad latinoamericana,  el sociólogo Daniel Lerner  habló  de las “frustraciones crecentes“, para  referirse  al fracaso  de las aspiraciones y reclamos de los campesinos de la región , víctimas del abandono  de los Estados,  y del consecuente y deplorable marginamiento  de ese sector social en el desarrollo de los países nuestro continente. 

En verdad, la expresión utilizada por el prestigioso sociólogo argentino, registra el cuadro dramático de carácter social del sector rural, como producto o secuela del comportamiento de los gobiernos de América Latina a través de los tiempos y en cuyos  planes de desarrollo ha privado,   para decirlo en términos de diagnóstico general, la visión urbana de las elites dominantes,  en detrimento del “país rural”, explotado en sus riquezas naturales y humanas para ponerlo al servicio del capitalismo salvaje, ese que, por el alud de protestas de los indignados del mundo está afrontando una crisis profunda y generalizada; crisis que tendrá que “reventar” más temprano que tarde, en busca de nuevos modelos de desarrollo que tengan -como eje de  su  nueva estructura-, la equidad y la justicia social,

En estos días, colombianos indignados del sector rural (“los emputados” en la  versión criolla)  aparecieron en todos los lugares del país para decirle no solamente al Gobierno sino al resto de sus  compatriotas- que han sido indiferentes con su suerte, que la copa se ha llenado, y que de la satisfacción justa de sus reclamos dependerá, de ahora en adelante, la estabilidad política del país.

Lejos del talante sumiso de otros tiempos, en verdad, el campesino colombiano acaba de demostrar en sus marchas y actos de resistencia civil, que no será ya la masa maleable de  partidos y gobiernos, sino  fuerza social con  potencial inmenso de protagonismo en la vida de nuestra Nación.

¡Milagro de la informática! Pensamos nosotros, porque secularmente habían sido manipulados a discreción por los dirigentes urbanos de todos los partidos, en cada cosecha electoral. 

No será extraño, entonces, en nuestro concepto, que en las próximas elecciones de Congreso y  de Presidencia de la República, se manifieste ese nuevo talante de nuestros campesinos, ya desatados de prejuicios o complejos de inferioridad ancestrales y los cuales  se  habían convertido en lastre para poder obtener la realización de sus anhelos de  reivindicación social.

Como liberal, me emocionó que los campesinos se hayan hecho sentir y que la aparición de vándalos en sus manifestaciones no  haya  opacado la dimensión política y social de sus protestas. No creo que exagere al  decir que  se ha colocado un nuevo hito que  demarca el  “país de ayer” con  “el país  de hoy“.

 ¿Fin de las frustraciones crecientes?

edmundlopezg@hotmail.com