Edades | El Nuevo Siglo
Martes, 16 de Mayo de 2017

“Relacionarse con una mujer mayor requiere valor e inteligencia”

                 

La reciente elección de Emmanuel Macron volvió a traer a cuento el carácter machista y misógino de la mayoría del planeta -mujeres incluidas- que ha puesto el grito en el cielo por lo “extraordinario” de la diferencia de edad entre el ahora octavo Presidente de la Quinta República Francesa y la primera dama, doña Brigitte Trogneux.

Los mismos hombres calvos, barrigones y con menos de un cuarto del cerebro de la señora Trogneux que cantan a voz en cuello 40 y 20 a coro con José José, se hacen cruces por los 39 y 64 de la pareja presidencial francesa. Y las mujeres no se quedan atrás en sus críticas, incluso más feroces que las de los hombres.

Ya había ocurrido antes con la Duquesa de Alba que a sus 85 se casó con un jovenzuelo de 61 años. Pero no se oyeron las mismas críticas cuando Sarkozy desposó a la hermosísima Carla Bruni, ni por la manifiesta diferencia entre Trump y Melania, parece que el tema solo escandaliza cuando la mayor es la mujer. Hay algún derecho no escrito que autoriza a los varones a tener relaciones con mujeres menores, pero ¡ay! de la que se atreva a invertir la regla.

Y no se trata de críticas de machistas tercermundistas. En la aparentemente muy liberal Francia se han visto algunas de las caricaturas más grotescas, una de las cuales fue portada de  “Charlie Hebdo”. A causa de qué ocurre ello. Nadie lo sabe, porque los críticos nunca explican su rechazo, su burla o su asombro. Se limitan a expresarlo, sin dar razón. O porque saben que de dar alguna, terminarán chapaleando en el lodazal de la misoginia y el machismo y nadie quiere reconocer que lo es, aunque lo sea.

Es extraña la crítica, porque si algo ha demostrado la historia es que las relaciones entre mujeres mayores y hombres menores siempre son beneficiosas para éstos. Las maduras tienden a potenciar a su pareja. A hacerlo mejor. Y lo hacen, porque no le temen al salto cualitativo de su esposo. En Colombia hay varios ejemplos de mujeres poderosas que potenciaron desde su provincia a la Magistratura o casi hasta la Presidencia a su respectivo.

No ocurre igual con los hombres. Todos sueñan con su Lolita, pero cuando la consiguen, en lugar de impulsarla, la estancan. La convierten en una mujer trofeo a la que simplemente exhiben, pero no la potencian. Son relaciones (con algunas excepciones) en las que llegan al extremo del encierro. Las retiran de la universidad, no vaya y sea que se enamoren de un compañero o simplemente las aíslan de su entorno, en el mejor de los casos.

Eso ocurre porque el 90% de los hombres les temen a las mujeres poderosas. No soportan relaciones de igualdad entre lo masculino y lo femenino. Si la relación no es asimétrica y la asimetría no es a favor del hombre, éste no la soporta.

Relacionarse con una mujer mayor requiere valor e inteligencia. Y siempre dura más, porque el cerebro no se arruga.

@Quinternatte